Got Ya (omegaverse)

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Cale Chade.

Pasar tiempo con Ryle, era como convivir con un pajarito enjaulado; había pasado mucho tiempo encerrado en una jaula que el mismo construyo. No permitía que nadie se le acercara, ignoraba lo que pasaba en su alrededor, enfocándose en lo que le importaba.

Tan irritante.

Golpee con fuerza al chico de cabello castaño y entonces jale su correa para observar su cara hinchada. Era tan parecido a él, pero este bastardo era un copia barata, una zorra más.

―Ha... eres tan inútil incluso para mamarla ―escupí molesto al beta de ojos marrones nublados por las lágrimas―, hazlo apropiadamente ―empuje con fuerza mi pene en su boca. El chico se atraganto.

Mordí mi labio. Esto no era suficiente.

―¿Joven Chade? ―el sr. Yellow me llamó.

Gruñí irritado.

―Dije que no quería que nadie me molestara mientras estoy cogiendo, ¿¡Qué demonios quieres!? ―grité molesto, lanzando lejos al beta.

―Es... información sobre Ryle Allen.

Mi respiración comenzó a regularse. Regresé mi mirada al beta que yacía en el piso, temblando. Le sonreí.

―Puedes irte, después llamaré por ti ―le dije subiendo mi bóxer y pantalón. El chico salió corriendo―. Adelante ―di permiso.

El sr. Yellow me entregó una carpeta con lo que suponía era información acerca de Ryle.

―Esta es la información detallada.

―Dame un resumen ―pedí tomando la carpeta.

―Al parecer fue abandonado en un orfanato, tiempo después fue adoptado por una pareja de betas a sus dieciséis años, no tiene amigos; su madre enfermó recientemente de cáncer. Cursa actualmente su tercer semestre de universidad, y le gustan los osos de peluche ―terminó.

Aquél último dato me sacó de mis pensamientos. Que cosa tan más aleatoria.

―¿Sabes algo de sus padres biológicos? ―pregunté ojeando la carpeta.

―No hay nada ―respondió rápidamente.

Chasqué la lengua.

―¿Su situación económica? 

―Pertenece a la clase media, joven Chade.

―¿Algún antecedente criminal?

―Todo esta en la carpeta, joven Chade ―respondió.

Lo miré molesto.

―... Ya puedes irte... encárgate del beta ―le ordené antes de irme a mi habitación.

―De acuerdo, con permiso.

Y el sr. Yellow salió de mi habitación.

Solté un suspiro y comencé a leer con atención la información acerca de Ryle. Debía de encontrar alguna forma de acercarme a el. Alguna debilidad.

Y hacerlo mío.

Había pasado dos días de mi fin de semana tratado de encontrar algo para atarlo, y la única forma que encontré fue su madre. ¿Cómo podía utilizarla? ¿Cuándo era el momento adecuado?

O quizá simplemente debería de secuestrarlo, parecía más simple.

Apenas podía acercarme a él, porque se ponía tan nervioso como un maldito chihuahua. Solté un suspiro y di un trago a la bebida que habían servido. Me encontraba en un club, donde varias chicas y chicos se encontraban bailando sobre algunos tubos, recibiendo dinero de los que estábamos en la sala privada.