Cale Chade
Desde el otro lado de la calle, me encontraba mirando la entrada del café. Ryle parecía ir de un lado a otro, quizá era porque pronto se acercaría la hora de abrir.
Mientras lo observaba, detecte a un omega que parecía revolotear alrededor de Ryle como una animada mariposa. Habían pasado unas semanas desde que había visto a ese omega junto a él, a veces, demasiado juntos que hacía que mis niveles de irritación subieran. Pero me detenía, pues quizá ese niño podría ser la futura pareja de Ryle.
Volví mi mirada hacia su dirección, y vi cómo Ryle le sonreía mientras le revolvía el cabello y entonces se daba la vuelta. El joven omega se veía completamente feliz. Así es, por esta misma razón es que me detenía a irrumpir en el lugar.
Tenía entendido que Ryle no había tenido ninguna pareja después de que desaparecí, por eso creí que me sería fácil acercarme a él, pero al parecer era todo lo contrario.
Baje la mirada, y entonces solté un suspiro. Mi estómago comenzaba a sentirse revuelto, y mi respiración comenzaba a acelerarse, al igual que el ritmo de mi corazón.
Habían pocas cosas que me causaban temor, y el enfrentar a Ryle era una de ellas. Tenía miedo. No podía enfrentar la realidad, porque temía que no me reconociera, o que me mirara como si fuera un monstruo. Porque ya no era el mismo chico de antes.
Mi cuerpo estaba cubierto por completo de cicatrices, incluido mi cuello, es por eso que solo usaba cuellos de tortuga y mangas largas. En mi rostro, había una cicatriz que atravesaba mi ceja y ojo, y mis facciones se habían hecho más duras, incluso mi cuerpo se había vuelto más voluminoso debido al aumento de mis pechos después de haber dado a luz a Benneth. Simplemente, ya no era el mismo.
Me revolví el cabello comenzando a frustrarme. Me había prometido venir al menos una vez, porque deseaba ver por mi cuenta cómo se encontraba Ryle. Lade la cabeza, y sin pensarlo más, abrí la puerta del auto. A la mierda.
Así sucedió mi primer encuentro con Ryle, después de haber desaparecido por cinco años. Donde dos años estuve atrapado.
Aunque pensé que solo iría una vez a verlo, me encontré yendo todos los miércoles, por cinco semanas consecutivas, donde a veces manteníamos cortas charlas, demasiado triviales.
Durante las cinco semanas en las cuales nos estuvimos encontrando, Ryle nunca me preguntó algo sobre mi, o al menos, nunca algo personal, lo cual me hacía pensar que realmente me había olvidado. Pero habían ciertas situaciones, en las cuales me hacía creer que en realidad, estaba tratando de averiguar quien era.
Ya sea que tenga alguna idea de quién soy o no, realmente estoy feliz de verlo tener éxito en lo que tanto había querido tener.
Hoy era uno de esos días donde Ryle y yo nos sentábamos a hablar de cosas triviales, mi sexto miércoles, y quizá, mi último.
―Aquí está tu té helado ―avisó, sentándose frente a mi.
Ya se había vuelto costumbre que trajera mi bebida y el sentarse frente a mi, casi parecía una cita. Y ese pensamiento, aunque fuera ilusión mía, me hacía sentir mariposas en mi estómago.
―¿No deberías estar atendiendo a los clientes? ―pregunté dándole un sorbo al té, y acercando el pastel que había comprado para mi cachorro.
―Eso solo lo hago cuando hay muchos clientes, pero si te soy sincero, prefiero quedarme hablando contigo ―respondió sonriendo ampliamente.
Aunque intenté esconder mi sonrisa, finalmente terminé sonriendo sin poder evitarlo.
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Got Ya (omegaverse)
RomanceCale Chade es un alfa codiciado de una famosa e importante familia, admirado por sus grandes logros y legado. En realidad es un hombre lleno de secretos que podrían amenazar con derribar el prestigio del imperio Chade. Ryle Allen, es de los pocos al...