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Cale Chade.



Cuando salí del hospital, estaba completamente oscuro y me quedé parado fuera del gran edificio. En ese momento, sentí una explosión de emociones arremolinarse en mi pecho haciendo que las puntas de mis dedos cosquillearan, pero la principal y que sabía distinguir con facilidad, era la ira.

Me sentía enojado por no haber sido más precavido, por no haber sido más listo. Fui demasiado descuidado con Ryle, baje mi guardia porque pensé que lo dominaría con rapidez, pero por mi impaciencia, termine perdiendo.

Apreté mis manos hechas puño. Si madre se llegaba a enterar, ella era capaz de arrancarme el pedazo de piel con sus propias manos, o de deshacerse de mí.

Eleve la mirada mientras sentía la fría brisa de la noche soplando en mi rostro. Quería matar a alguien.

Solté una leve sonrisa y entonces comencé a caminar hacia el auto, donde el Sr. Yellow me esperaba.

―¿A dónde vamos? ―preguntó mientras encendía el auto.

Cerré la puerta con fuerza.

―Vamos al club, quiero encargarme personalmente de ese asunto ―dije mientras me dejaba caer en el asiento, tratando de aclarar mi mente, pero era inútil, aquellos sentimientos oscuros no podía calmarlos.

―... De acuerdo, prepararé a los guardias.

Y en silencio nos dirigimos al club del cual yo era dueño.

El club "Low".




Entré por la parte de atrás, sin crear un escándalo como era de costumbre, pues solía entrar por la puerta principal, donde todas las miradas morbosas se posaban en mí, admirando y codiciando quién era y lo que tenía.

Pero por la marca de Ryle, debía de mantener un perfil bajo hasta que supiera cómo deshacerme de ella.

Cuando entré a un cuarto secreto, que conducía a mi oficina en un lugar subterráneo, me dejé caer en la silla de cuero.

―¡Cale, hace tiempo que no nos visitas! ―grito Molly, la chica alfa que me ayudaba a llevar el control y registro del club.

―He tenido asuntos ―respondí en un tono bajo.

Ella me observó en silencio y entonces comenzó a olisquear la habitación mientras cerraba la puerta tras de sí, provocando que me tensara.

―Hueles diferente, ¿ha pasado algo interesante? ¿Por fin encontraste a alguien nuevo? ―preguntó con un mirada interesada, sentándose frente a mí, en una de los sillones. Le dediqué una mirada de advertencia, y entonces ella hizo una mueca―. Lo siento ―se disculpó.

Cambié de tema rápidamente.

―¿Los Ferghan han intentado entrar a nuestro territorio de nuevo? ―pregunté mientras abría las carpetas que estaban sobre el escritorio.

Dentro del país, habían dos familias más influyentes; los Chade y los Ferghan. Los Chade contábamos con mayor influencia, por lo cual siempre había competencia entre territorios. Porque sí, este país estaba siendo gobernado por dos familias, aunque una más poderosa que la otra.

Ella se puso seria.

―Así es, esta vez es el hijo menor, Ru ―comenzó a informar―. Ha estado llevándose nuestros empleados a su club a la fuerza, para después aparecer reportes de asesinatos y tráfico de omegas y algunos betas y alfas, pero según la policía no habían las suficientes pruebas para culparlo por lo cual no puede ser relacionado con el caso ―revisé los documentos con cuidado.

Got Ya (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora