Lárgate
—¿Por qué tardan tanto? —cuestiona Kara desesperada mientras espera noticias del Don en una habitación que le otorgaron para que pueda descansar junto a sus cachorros.
—Tranquila, está en mano de los mejores curanderos de la manada —contesta Eliecer—. Usted será la primera en recibir la noticia del estado del alfa.
Asiente y le pide a la diosa que no le arrebate lo mejor que ha llegado a su vida.
Las horas, minutos y segundos parecen una eternidad para ella. No deja de mirar la puerta al lado de Marian en espera de una respuesta del estado del Don.
Pequeños toques la alertan.
—Adelante.
Eliecer se asoma.
—Kara, ya los curanderos han terminado, así que puedes ir con el alfa cuando gustes.
—¿Despertó? —pregunta ilusionada.
Eliecer hace una mueca y niega.
—No, pero ya sus heridas fueron tratadas, solo toca esperar que despierte.
—Bien. ¿Puedo llevar a los cachorros?
—Claro, sería bueno que él sienta el olor de sus cachorros cerca.
Asiente.
Con ayuda de Marian pasa a la habitación donde se encuentra el Don.
El Don lleva gran parte de su escultural cuerpo vendado; su torso, sus costados y parte de su cuello llevan ese vendaje blanco. Coloca sus cachorros cerca de él y les pide a todos que se retiren, sube a la cama y se recuesta. Sus hijos quedan entre ellos.
La loba espera que su amado león despierte.
(...)
Leonardo despierta en horas de la madrugada cuando escucha el llanto de uno de sus hijos. Se mueve despacio hasta lograr sentarse y ver a la loba dormida. En la oscuridad, sus ojos se adaptan y logra ver a su pequeño llorón. Estira su mano y lo toma con cuidado. En sus labios se forma una mueca por el dolor que ocasiona ese movimiento en sus costados. Sujeta bien a su pequeño y lo acurruca entre sus brazos dándole su calor.
—Ya no llores, pequeño Enzo. —Contempla el rostro de su hijo.
Enzo se calla cuando escucha la voz del Don y, a pesar de la oscuridad, sus ojos logran conectarse.
—Leonardo —susurra la loba al despertar del profundo sueño en el que estaba.
Estira su mano y enciende las luces para poder visualizarlo mejor. Su corazón late desbocado al ver lo tierno que se ve el Don con el pequeño Enzo en sus brazos.
—¿Cómo estás, cachorra? —La mira directo a los ojos.
—Eso debería preguntártelo yo a ti. —Observa sus vendajes.
—He estado en peores condiciones. —Alza sus hombros y escruta a Donato, quien empieza a estirar su cuerpo—. Para ser niños prematuros se ven muy activos. —Frunce su ceño al mirarlos.
—Se adaptaron a mi estado cuando nacieron. Enzo estaba muy débil, de modo que cambié a mi forma lobuna... y ellos también lo hicieron.
Leonardo se sorprende.
—¿Se convirtieron en lobos?
Ella niega con una sonrisa.
—En leones blancos.
Él los vuelve a contemplar con sorpresa.
—Wao... Nunca escuché algo así —murmura.
—Son tan especiales como su padre.
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Una Loba para el Mafioso [Bilogía Don] ✔️[Disponible en papel]
Kurt AdamDISPONIBLE EN PAPEL POR AMAZON Kara Miller es una loba que fue rechazada por su familia al enterarse el rango que ocuparía dentro de la manada "una omega", señalándola desde allí como la mancha que dañó el linaje de sus ancestros. Cansada de las co...