Capítulo 1: Nuevos comienzos.

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Maca

Estaba sentada en mi pieza viendo el zapato de colegio fijamente. No sé cuánto tiempo llevaba mirándolo pero sinceramente no quería levantarme.

Hoy es mi primer día de colegio de tercero medio, en un nuevo colegio. No conozco a nadie y tampoco conozco muy bien esta ciudad.

Yo vivía en San Pedro, en el norte de Chile y este verano nos vinimos a vivir a Santiago con mi familia, mi padre, mi madre y mi hermana. Llevamos muy poco tiempo aquí, solo una semana. Incluso todavía no terminamos la mudanza y mis cosas siguen en cajas, solo tengo un colchón en el suelo para dormir.

Les rogué a mis papás faltar al colegio hasta por lo menos tener todas mis cosas de la pieza listas y que realmente pareciera una habitación. Pero me dijeron que no, que no podía faltar porque si no estaría muy perdida en el colegio y como no conocía a nadie era mejor ir desde el principio con todos los nuevos.

Yo sé que es realmente extraño cambiarse a esta altura de colegio, casi nadie lo hace en realidad. Nos tuvimos que venir a vivir aquí porque a mi papá le ofrecieron un trabajo nuevo que según el nos permitiría salir adelante y así también mi mamá podría trabajar en lo que ella había estudiado. Es ingeniera en biotecnología y consiguió trabajo en un laboratorio cosa que allá en el norte era imposible que hiciera.

Realmente me gustaba vivir allá, tenía mis amigas incondicionales a las que ya estoy extrañando mucho, en el colegio no éramos más de 15 personas por curso y nos conocíamos con todos los vecinos. Ahora lo único que sé es que tendré 38 compañeros y que son dos generaciones por curso, mucha gente con la que me veré obligada a sociabilizar.

No es que tenga ansiedad social o algo así, pero estaba tan acostumbrada a mi mundo que vivir en la capital es un cambio rotundo.

Ya sin opciones me fui a bañar, me vestí y salí a tomar desayuno con mi familia.

—Hola Maquita. — me saludó mi mamá, Olga.

—Hola Mami.

—Mis niñas, su papá las va a llevar al colegio hoy día, yo tengo que ir saliendo para llegar puntual al trabajo.

—Bueno mamita. — dijo mi hermana menor por dos años, Josefa.

—Cuídese mi amor, que le vaya bien en su primer día. — le dijo mi papá, Sergio.

Nos quedamos los tres tomando desayuno y cuando terminamos salimos para llegar puntuales. El camino era más o menos una media hora o un poco más, yo iba mirando todo, viendo las grandes micros, cómo el metro nos pasaba a toda velocidad, las tiendas grandes, negocios y como toda la gente iba apurada a sus trabajos.

Sin duda me iba a costar acostumbrarme a este movimiento y caos de la ciudad.

Llegamos y mi papá quería entrar a dejarnos.

—Papá, por favor no, si ya estamos grandes po' — dijo la Jose.

—Pero Josefita si vienen al colegio nuevo ¿Cómo no voy a querer entrar con ustedes?

—No nos vamos a perder y si quieres fotos después nos sacamos nosotras adentro con los nuevos compañeros. ¿Cierto Maca?

Yo solo me encogí de hombros.

—Ya papito, Chao.

Se despidió de él y salió del auto para dirigirse a la entrada.

Mi papá me quedó mirando, entendía esa mirada de preocupación, el sabía que la Josefa era mucho más extrovertida que yo y que hacer amigos nuevos se le iba a dar mucho más fácil. En cambio yo siempre fui callada y amaba vivir en el norte, el cambio había sido un poco fuerte para mi.

Amor de Papel • Rubirena •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora