Desperté con una creciente sensación de que algo me faltaba, fruncí el ceño confundido, estaba seguro de que la noche anterior Fluke había ingresado en mi habitación, estaba seguro de que tuve la mejor noche de mi vida besando cada rincón de su cuerpo, quizas las pastillas me habían confundido más de la cuenta, quizas solo fue un sueño como la última vez, pero se sintió tan real, quise levantarme pero el dolor me lo impidió.
— No se atreva. — La voz de Ada me hizo volverme hacia la ventana donde ella estaba a punto de correr las cortinas.
— ¡Ada!
— Le ayudaré, señor. — Dijo ella.
Antes de que ella llegara a mi lado fui consciente de que estaba completamente desnudo así que le impedí que siguiera avanzando.
— ¡No, Ada!, por favor, háblele a Kao, yo puedo arreglármelas solo.
— Pero, señor...
— ¡Ada, por favor!, solo haga lo que le digo...
— Como ordene, señor.
— ¡Eh!, Ada una cosa más..., ¿Dónde está Fluke?
— Profundamente dormido, sé que estuvo hasta tarde cuidado de usted y se pasó a su cuarto casi de madrugada...
No lo había soñado, Fluke si estuvo la noche anterior en el cuarto, pero ¿Por qué no se había quedado?, me sentí un poco abandonado, pero no me quedaría con la duda, así que esperé que Ada se fuera para ir a buscarlo.
Toque despacio, pero no pareció escucharme, así que solo abrí, entonces lo vi, estaba completamente dormido, me acerqué sigilosamente y luego me senté en la esquina de la cama para contemplarlo tranquilamente.
Su cuello evidenciaba algunas marcas rojas y sus labios hinchados me dieron las respuestas que necesitaba, aunque seguía sin entender que le había echo huir a su habitación, no pude dejar de sentirme algo desilusionado por no tenerlo conmigo al despertar esa mañana.
Le acaricié la cara y antes de que se despertara, le di un ligero beso en la comisura de su boca, luego salí de su habitación suponiendo que para él sería difícil enfrentarme esa mañana.
— Señor, debería quedarse en cama. — Me regañó Ada apenas me vio bajar las escaleras.
— Estoy bien, ¿ha llegado Kao?
— Si, señor. Está en la biblioteca.
— Gracias Ada, por favor, Tráenos café...
— ¿Cómo te sientes, señor héroe? — Me preguntó sarcástico.
— Excelente, Kao. Mejor que nunca... — Le dije como si no estuviera muriéndome de la preocupación por todo lo que sucedería de ahora en adelante.
— Que bueno, ¿para que me has llamado?
— ¿Has averiguado algo más con respecto a quien está detrás del atentado que sufrió Fluke?
— Por el momento, nada. No hay rastros de él o ella. — Dijo, luego preguntó. — A propósito, ¿Dónde está Fluke?
— Dormido...
— ¿No se ha ido con el profesor Max?
— No..., se quedará conmigo.
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EL CHICO DETRÁS DEL TELÓN
RomanceArgumento Todo el mundo quería trabajar con el experimentado productor musical Ohm Thitiwat, eso hasta que lo conocían. De un carácter aterrador no exigía menos que la perfección de todo cuanto hacía, no por nada era el mejor de la industria. La bús...