Afuera llovía como si no hubiera un mañana, de pronto el cielo se había puesto gris y la temporada de lluvia se hacía sentir, Max Nattapol me miraba como si quisiera asesinarme, y yo lo miraba como si se hubiera vuelto loco, no entendía esa historia de que Fluke era su hijo y obviamente él no me daría explicaciones, estaba decidido a llevárselo de ahí y yo estaba convencido de que no existía un mejor lugar para garantizar la seguridad de Fluke que mantenerlo a mi lado.
— Necesito hablar con usted. — Le dije tratando de evitar que se lo llevara e interrumpiendo ese silencio que se formó en el ambiente.
— Fluke vendrá conmigo, ya no será necesario que él se quede en su casa, ahora estoy aquí para cuidarlo.
— Primero usted y yo tendremos una conversación, Profesor. Al menos me debe eso..., ¿no cree?
— Un momento... — Fluke se interpuso entre los dos. — Nadie conversara de nada sin que yo este presente, ya estoy harto de que tomen decisiones por mi..., y usted, ¿qué quiso decir con eso de que soy su hijo? — Le preguntó molesto.
— Prometo que te lo explicaré, pero primero debes venir conmigo...
— ¡Señor!, ¡que bueno que están en casa! — La voz de Ada interrumpió todo aquel drama.
— ¿Qué sucede Ada? — Pregunté exasperado.
— Es Minmin, salió esta tarde, pero no ha vuelto, con esta lluvia..., me temo que puede haberle pasado algo.
— ¿Cuándo fue la última vez que lo viste? — Pregunté.
— Estaba conmigo en la cocina, me distraje un momento en la bodega y cuando volví él ya se había ido.
— Iré a buscarlo. — Dijo Fluke.
— No creo que sea buena idea, Fluke. Llueve mucho y pronto se cortará la luz, podría ser peligroso salir en estas condiciones. — Expresó el profesor Max.
— No dejaré a Minmin ahí afuera...
— El profesor tiene razón, Fluke. No es seguro salir de casa ahora.
— Yo iré a buscar a mi gato, no voy a abandonarlo como..., con permiso. — Respondió tercamente y luego se fue en dirección de la cocina.
— Para ustedes solo puede parecer un gato, pero para Fluke..., ha sido un amigo, solo Dios sabe cuánto quiere a ese gato... — Dijo ella molesta con nosotros.
Si el señor Minmin era significativo para Fluke, yo iba a encontrarlo, sería mi forma de decirle que me importaba, que no iba a tomarme su confesión a la ligera, aunque no pudiese decirle con palabras cuan valioso era para mí, al menos podía hacerlo con acciones, así que le marqué a Kao.
— El señor Minmin ha desaparecido. — Le informé.
— ¿Quién es el señor Minmin? — Preguntó él del otro lado del teléfono en evidente estado de confusión.
— El gato de Fluke...
— Ahh..., ¿y que deseas?, ¿Qué llame a la policía? — Preguntó irónicamente. — Es un gato, por todos los cielos, debe andar por ahí haciendo lo que usualmente hacen los gatos...
— ¡Kao...!
— ¡Ohm!, voy a ir y dormir, no molestes...
— ¡Kao!, ¡trae tu trasero aquí!, ¡despierta a tu gente y encuentra al señor Minmin! — Le grite. — ¡O haré tu vida miserable! — Dije antes de colgar.
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EL CHICO DETRÁS DEL TELÓN
Roman d'amourArgumento Todo el mundo quería trabajar con el experimentado productor musical Ohm Thitiwat, eso hasta que lo conocían. De un carácter aterrador no exigía menos que la perfección de todo cuanto hacía, no por nada era el mejor de la industria. La bús...