El camino a casa lo hicimos en silencio, agradecía que no me hubiese echo preguntas, me dolía profundamente el haberme enterado de la muerte de Nate y de papá de esa manera. La persona a mi lado de pronto se convirtió en lo único que tenía puesto que el profesor Max que también se había ido de vuelta a Estados Unidos sin decirme una palabra y dejándome al cuidado de un completo extraño, no tenía a nadie más, excepto quizas a mi pobre gato que cada vez entendía menos.
— ¿Te sientes mejor?, ¿quieres ir a comer algo?, ¿un helado, tal vez? — Su ofrecimiento me recordó a Nate, él siempre solucionaba las cosas con un helado, si papá me retaba, un helado para el pequeño Natouch, si acaso me lastimaba, un helado para el pequeño Natouch, si papá no me dejaba hacer lo que quería, un helado para el pequeño Natouch, me limpie las lágrimas que porfiadamente seguían cayendo y desvié mi atención hacia la calle, los extrañaba tanto, tal vez por eso era mejor haberlos olvidado, realmente no entendía como pude vivir sin ellos todo ese tiempo.
— Realmente no me gusta el helado. — Le dije.
— Entonces, ¿Qué quieres hacer?, ¿una caminata?, ¿ir a la playa? — Se me hacia tierna la manera en que sugería actividades para darme ánimos, pero me volví a negar, solo quería ir a casa y buscar por mi cuenta donde estaban los restos de Nate y de mi padre.
— No. ¿Puede llevarme a casa?, realmente solo quiero dormir un poco. — Pareció preocupado. Pero enseguida le dijo al señor Noppakao que fuéramos a de vuelta a la mansión.
Dormí no se cuanto tiempo, a veces sentía el murmullo de la señora Ada en el pasillo pero no me podía levantar, cada musculo de mi cuerpo pesaba, quizás esos recuerdos eran demasiado para procesar en ese momento.
— ¿Fluke?, ¿estás despierto?, ¿puedo entrar? — Su voz en el pasillo me recordó aquel episodio en su oficina, tal vez le debía alguna explicación, pero no podía enfrentarme a él en ese momento, sería mejor guardar silencio. — Déjelo dormir, Ada. Cuídelo, llamaré un doctor.
— ¿Cree que tenga algo malo?
— No lo sé, Ada, pero quiero asegurarme. Creo que más bien es algo relacionado con su padre.
Cuando abrí mis ojos nuevamente había un hombre en la habitación, supuse que era algún tipo de doctor pero no me convenció por la manera en que me miraba.
— Hola Fluke, ¿Cómo te sientes? — El acento claramente era italiano, estaba sentado en una silla al lado de la cama, me miró con ojos analíticos, eran de un color casi negro, todo él era moreno, de contextura normal, tenía un aspecto bastante atractivo.
— Estoy bien...
— Ohm me ha pedido que te examine. — Esa era la primera persona de la que oía el nombre de pila de mi maestro, eso significaba que eran cercanos o ambos tenían la suficiente confianza como para no usar formalidades.
— Usted no es el doctor Dan.
— Tienes razón, no soy el doctor Dan, soy doctor Costa, ¿quieres contarme que te sucedió antes? — Guardé silencio cuando supe que tipo de medico era.
— ¿El señor Thitiwat cree que necesito un psiquiatra?
— Muy perceptivo. Ohm me dijo que eras muy inteligente.
— ¿Por qué el señor cree que necesito un médico? — Le pregunté.
— Todos alguna vez hemos necesitado hablar con alguien, Fluke. Ohm supone que no quieres hablar con él, así que cree que puedo ser de...
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EL CHICO DETRÁS DEL TELÓN
RomanceArgumento Todo el mundo quería trabajar con el experimentado productor musical Ohm Thitiwat, eso hasta que lo conocían. De un carácter aterrador no exigía menos que la perfección de todo cuanto hacía, no por nada era el mejor de la industria. La bús...