Capitulo 2

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GIORGIA

Cuando ella sale (Morad)

6 de agosto

Ni yo sé cómo, pero he acabado acompañando a Gabriella, mi mejor amiga, a una gala benéfica en el club de hípica de su tía, donde ella también practica equitación. Como siempre, acabo acompañándola a todo este tipo de eventos. Y acabo gastándome toda mi paga en comprarme algo adecuado para la ocasión. Para la gala de hoy, voy bastante sencilla. Mi cabello moreno recogido en un moño bajo, un vestido azul turquesa que resaltaba con mi piel bronceada por el sol y unos zapatos que Gabi me regaló

Entramos al lugar, saludamos a sus tíos y nos damos una vuelta por el recinto.

La gala aburre bastante. Consiste en millonarios hablando de su fortunas. Las cuales donarían una parte de ella. Como estoy más cerca de la puerta, decido escabullirme.

Conozco bastante el lugar, siempre que puedo vengo con Gabi ya sea para verla entrenar o para una competición. Camino por un largo pasillo hasta llegar a otra sala de actos. En ella, hay un chico de espaldas a mí, mirando los premios que hay en varias vitrinas de cristal.

– ¿Hola? – pregunto, dudosa.

Él se gira. Alto, moreno de ojos y cabello, el cual está bastante corto, y con la piel algo bronceada por el sol, Ferran me regala una sonrisa.

Conocí a Ferran meses atrás. Una de las compañeras de Gabi, Sira, es la novia del chico, quien es futbolista del barça. Y nuestro primer encuentro fue bastante divertido. Yo le conocía a él, más de una vez habían salido fotos suyas por la televisión viniendo aquí a ver a Sira competir y hablando de la reacción del delantero del Barcelona con Sira. Además de verle en los partidos del barça en la televisión.

– Ostia Gio. Que susto. Hola.

Reímos por lo bajo.

Charlamos un rato mientras observamos las vitrinas. Solo había cruzado unas pocas palabras con él, pero en estos minutos nos hemos hecho unas breves presentaciones. Es de Valencia, antes jugaba en Manchester y desde la temporada pasada juega en el barça.

– Y tú? – pregunta curioso.

– Giorgia Angelo. Diecisiete años, aunque en una semana cumplo dieciocho. De Italia, pero criada aquí. Poco más hay para contar, Fer.

Escucho unos aplausos de fondo. La charla ha acabado y eso significa que empieza el picapica. La mejor parte de toda la velada, sin duda.

–¿Vamos a comer? – pregunto.

El asiente y salimos de la sala. Cuando llegamos, todo el mundo esta de pie, aplaudiendo a la señora que estaba en la pequeña tribuna que habían montado para la ocasión.

La gente comienza a irse hacia el exterior, donde están los caballos y las zonas para entrenar. No conozco mucho el mundillo de la hípica, pero voy leyendo las inscripciones de los trofeos.

Veo a mi amiga hablando con Sira. Voy hacia ellas seguida de Ferran. Nos juntamos los cuatro e intercambiamos saludos.

Uno de los camareros del catering que han contratado pasa con una bandeja de canapés, la cual acaba agarrando Ferrán.

–¿Queréis veniros al partido del domingo? – dice Ferran, engullendo un canapé.

–Por mi si – dice mi amiga –. ¿Gigi?

–Como quieras. Así no tengo que ir a la cafetería.

Los fines de semana y cuando tengo tiempo, trabajo en la cafetería familiar, Angelo. En honor a nuestro apellido.

–Pues vamos – dice Gabi decidida.

La fiesta transcurre tranquila, de vez en cuando gente se acerca a Sira y Gabi, y les felicitan por las ultimas competiciones. O, en varias ocasiones, niños pidiendo fotos a Ferran.

–Nosotros nos vamos a ir – dice Sira –. ¿ Os llevamos a casa?

–A mi me lleva mi tío. Tengo que quedarme hasta el final de la gala – dice Gabi, algo cansada.

–¿Podéis llevarme? – pregunto a la pareja –. Tengo sueño – me quejo.

Ferrán me deja en casa pasadas las once. Me despido con dos besos a los dos y voy hasta mi casa.

La casa Angelo parece digna de película. Es blanca, de tres plantas, bastante tradicional y simple. Entro sin hacer ruido y veo que las luces están apagadas. Raro para ser sábado en mi casa.

Enciendo el móvil, el cual apenas he usado hoy. Veo un mensaje de mi hermano menor, Enzo.

Enzo<3

Estamos en Angelo viendo el partido. En casa no nos dejaba.

Hay helado en el congelador para ti.

Buenas noches.

Le contesto un buenas noches y bloqueo el móvil de nuevo. Voy a la cocina y me sirvo un vaso de agua. Recibo un mensaje de Sira avisándome del dia y la hora del partido. Es un amistoso contra el Sevilla, el domingo a las cuatro y cuarto de la tarde. Yo no soy una gran aficionada al futbol, pero en mi familia siempre se ha visto futbol, de cualquier liga europea, pero siempre futbol. Y deseaba ver un partido en el campo, aunque ya hubiese ido antes, ver a mi amigo jugar en vivo tiene que es emocionante. 

ANGELO | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora