Capitulo 20

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PABLO

Ojitos Lindos (Bad Bunny)

11 de septiembre

Tengo la cabeza de Giorgia en mi pecho. Estamos viendo Marvel en la tele de mi habitación, con el ventilador puesto al máximo, ya que el calor que hace no es ni normal.

–Deberíamos decírselo a los chicos? – pregunto, acariciando su pelo.

–¿El que? – pregunta, separándose de mí.

–El hecho de que nos gustamos y eso.

–Pablo, cielo, creo que ellos lo sabían antes que nosotros – dice, riéndose y contagiándomelo.

–Vale, vale. ¿Cuál quieres ver ahora?

–Vemos Wanda Visión? – pregunta. Yo asiento.

___

Son las ocho y media y Giorgia ha tenido la gran idea de ir a la piscina.

Espero a que baje mientras yo me siento en el bordillo de la piscina, con las piernas dentro de ella.

Al cabo de varios minutos, Gigi baja las escaleras, con un bikini blanco, que resalta con su piel bronceada. Se ha pasado casi toda la semana con su hermana y sus amigas en la playa o en el jardín de la casa Angelo tomando el sol.

–Joder... – murmuro, recorriendo su cuerpo con la mirada. Pero la aparto, porque se que como siga mirándola no acabaré bien.

GIORGIA

Pablo me mira fijamente.

–Estas bien? – pregunto, y parece que ha salido de su trance.

–E-eh sí. Si. Estoy bien – murmura, nervioso.

___

Estoy tumbada en el borde de la piscina, tomando un poco el sol. Últimamente es lo que más hago, y me he ganado un bonito bronceado. Me cuesta bastante quedarme morena, así que he estado una semana entera tomando el sol hasta que he conseguido lo que quería.

Pablo está haciéndose unos largos en la piscina. Pero, justo cuando voy a levantarme para ir al baño, noto como me agarran de la espalda y las piernas. Pablo me coge y me tira a la piscina con él.

–PABLO – grito cuando salgo a la superficie, y el solo se ríe. Niego.

Me cuelgo a el como un koala. Nadar no es lo mío que digamos, y más si estamos en la parte más onda de la piscina y no llego al suelo.

–Gigi, sabes nadar? – pregunta, al ver que no me suelto de su torso.

–Se me da bastante mal. Además, no toco suelo.

–Bueno. Te dejo que estes así. Pero yo quiero mi recompensa luego.

Tras decir eso, me besa, sin delicadeza alguna. 

ANGELO | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora