GIORGIA
Brividi (Mahmood, BLANCO)
18 de agosto
Hace una calor de muerte. No puedo más. Hoy no trabajo en Angelo y aprovecho para quedarme sola en casa. Hay veces en las que estar sola en casa me hace sentirme muy bien conmigo misma. Siento la paz, y no los gritos constantes en casa, ya que se comunican gritando la mayor parte del tiempo. Y no es algo que me moleste, estoy acostumbrada, pero hay veces que un silencio me trae muchísima más paz.
Voy a mi habitación y cojo el maletín que me regaló Pablo dos días atrás. Ayer fui a la tienda a Francesc a darle las gracias por el maletín, ya que sé que tiene mucho significado sentimental para él y no habrá sido fácil dármelo.
En estas ultimas semanas en las que he conocido a Pablo, me he dado cuenta de que mis sentimientos por el no son solo de una simple amistad. Pero me da miedo lanzarme. ¿Y si el no siente lo mismo? ¿Y si por culpa de mis sentimientos rompo una amistad así?
Monto mi caballete en el jardín, justo enfrente de la piscina. Preparo las pinturas y me voy a la cocina a por un te frio. Una vez lo tengo vuelvo al jardín.
Estoy acabando de pintar un cuadro de la fachada trasera de casa cuando oigo mi móvil vibrar.
Llamada entrante de: Pablo <3
–Hola – dice. Tiene la voz ronca –¿Qué haces? – pregunta.
–Pintar la fachada de casa con las pinturas que me regalaste. Me esta quedando bastante bien.
No oigo respuesta por su parte.
–¿Pablo? – pregunto, al no oír nada.
Se escucha el timbre y voy a abrir. Lo más probable es que sea un paquete.
Al abrir la puerta, veo a Pablo, con un chándal del barça y una sonrisa de oreja a oreja.
–Pero – digo, confundida.
–Soy una caja de sorpresas – dice, entrando a la entrada de casa –. Y me muero de ganas de ver lo que has hecho morena.
Antes de que pueda decir algo, el ya va directo al jardín, donde esta el caballete y todas las cosas repartidas por el suelo. No soy muy ordenada que digamos. Yo intento seguirlo lo más rápido posible, no quiero que vea el cuadro.
Por mucho que ame la pintura, no es algo que muestre a todo el mundo. Siempre me he avergonzado de eso y no me apetece que Pablo lo vea y opine que se ha gastado el dinero para nada. Que si, tendrá varios ceros en su cuenta, pero no quiero que piense que ha derrochado el dinero o algo así.
Cuando llego, está de pie, observando el cuadro con detenimiento.
–No me ha quedado muy bien – digo, insegura al ver que no dice nada y solo lo mira –. Es bastante simple, no tiene muchos detalles ni nada.
El, sin decir nada, se acerca a mí. Noto su respiración. Toma mi mentón y hace que le mire directamente. Sus ojos marrones a la luz del sol parecen más claros. El me rodea con sus brazos fundiéndonos en un tierno abrazo. Besa y cabeza y, cuando nos separamos, el se acerca a mí. Tanto que nuestras respiraciones se mezclan.
Quiero besarle.
Y, como si lo hubiese invocado del cielo, Pablo estampa sus labios con los míos. Nos besamos hasta quedarnos sin respiración. El rodea mi cintura con sus brazos. Yo intento asimilar lo que acaba de pasar en el jardín.
–No digas que no pintas bien. Por que lo haces muy bien. Y tampoco infravalores tu trabajo, Gigi. Esta muy bien.
–Ahora me llamas Gigi? – digo, intentando cambiar de tema.
–No cambies el tema. Pero es que quiero un apodo bonito. Y morena o Giorgia entero no me valen.
–¿Y cuál te vale entonces?
–Me gustaría en un futuro llamarte mi novia, pero de momento me conformo con Gigi.
Mis mejillas arden cuando dice eso.
PABLO
Le he besado.
Ni yo me lo creo.
Ella sigue pintando y yo me quedo tumbado en una hamaca al lado, mirando como va pintando la fachada trasera de su casa.
___
Holaaa
Estoy pensando en una hacer una historia con Pedri. Lo más probable es que si, decido hacerla, a finales de semana suba el primer capitulo. 💕
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ANGELO | Pablo Gavi
Hayran KurguUn partido que lo cambió todo. Un choque hizo que Gigi y Pablo se conociesen. Y dos amigos en común hizo que sus vidas se uniesen. Ella es camarera en la cafetería de su familia, Angelo, y él es futbolista profesional. Todo puede cambiar en un inst...