ANGELO | Pablo Gavi

Capítulo 31

GIORGIA

YIN YAN (Duki, Rels B)

22 de diciembre

Volvimos a España al día siguiente. Pablo estuvo durante semanas muy ocupado, entre la celebración del título y muchísimas entrevistas lo vi muy poco.

Les anunciamos a mi embarazo a mi familia y todos estaban eufóricos. Mi inseguridad de que si éramos muy jóvenes se acabó yendo, ya que todo nuestro alrededor esperaba a ese bebé con ansias.

Decidimos no anunciar que esperábamos a un bebé, pero sí que estábamos juntos, ya que en todas las entrevistas le preguntaban por mi y el beso que nos dimos en el estadio de la final.

Todo iba de perlas, yo iba a clase y Pablo tenía unas pequeñas vacaciones hasta después de navidades, cuando volverían a cursar todas las competiciones nacionales e internacionales.

Esta noche, saldríamos a cenar él y yo a solas, por fin.

Termino de alisarme el pelo y me maquillo un poco. Como ya es diciembre, opto por ponerme un vestido con unas medias debajo y unas botas.

Bajo cuando acabo y veo a mi padre en el salón.

–¿Vas con Gavi? – pregunta, y asiento –. Pasalo bien. Avisa si duermes aquí o en su casa, que nos iremos a la nueva casa de tu tío a cenar.

Asiento. Mi tío, tras tantos años viviendo aquí, se ha mudado con su prometida, Carla, una mujer que es dueña de la floristería que esta al lado de Angelo. La conozco desde siempre y es muy buena mujer y mi tío ha tenido mucha suerte.

–Te mandaré un mensaje luego. Pasarlo bien y darle recuerdos a Carla de mi parte.

Beso la mejilla de mi padre y el imita mi acción en mi mejilla.

Pablo para el coche justo delante de mi puerta. Me despido con la mano de mi padre quien esta apoyado en el marco de la puerta.

Pablo sale del coche y le saluda con la mano.

–¿Todo bien chaval? – pregunta mi padre.

–Super bien. ¿Vosotros?

–Muy bien. Cuídamela bien, eh. Que sigue siendo mi princesita.

Pablo asiente.

–Hasta luego Steffano – dice el sevillano despidiéndose.

–Adiós hijo. Pasarlo bien.

Pablo me abre la puerta y entro. Cierra y se sube al coche.

–Todo un caballero – digo, en cuanto cierra su puerta.

–Caballero personal para la princesita – dice, dejando un dulce beso en mis labios –. ¿Vamos?

–Vamos. 

___

2/3