Después de ver a Gaby en el consultorio y decirnos que todo estaba bien con mi bebé, no podía dejar de pensar en lo cerca que estaba su nacimiento, podía darse en cualquier momento y me aterraba que naciera prematura.
Los siguientes días me la pasé muy tensa, tenía muchas ansiedad y aunque Rodrigo intentaba tranquilizarme, no podía hacerlo, había oportunidades que me faltaba el aire y eso me angustiaba.
-Amor tienes que dejar de pensar en esas cosas.
-Tengo miedo, demasiado - respiraba con fuerza – siento que estoy viviendo angustiada y siento que todo está siendo demasiado irónico.
-¿A qué te refiere con eso?
-No estaba en mis planes ser mamá, pero ahora no imagino mi vida sin serlo, la bebé está presente las 24 horas en mi pensamiento.
-Las cosas no están pasando como las planeamos, pero por algo sucedieron y debemos afrontarlas. Alterarte no es lo mejor, Gaby te explicó lo que eso puede ocasionar.
-Crees que no lo sé, estoy angustiada y es como si tuviera que estar en alarma todo el tiempo y tú no me ayudas.
-¿No te ayudo? Estoy todo el tiempo contigo, ¿en qué no te estoy ayudando?
-Ahora mismo tu presencia me fastidia.
-Y ahora mismo tú estás siendo irracional, solo estoy tratando de ayudarte a controlar esta situación, que estas permitiendo que te agobie.
-Es mejor que me dejes sola, debo tranquilizarme y me estás incomodando – a comparación de otras veces, no lo quería cerca.
-No te voy a dejar sola y menos si te veo en este estado.
-Me conoces y sabes qué si insistes en quedarte, empeorarás las cosas y lo que necesito es tranquilidad, la cual no me estas dando.
-¿En qué momento no te la estoy dando? Estoy tratando de ayudarte y entender lo que te está pasando.
-Solo quiero estar sola, siento que no estuvo correcto que hayamos estado juntos – esto último lo dije con voz baja porque sabía que no le iba a gustar.
-Entonces eso es, te arrepientes de haber estado conmigo en tu oficina, crees que fue un error y por eso me botas.
-No me arrepiento, pero estuvimos juntos por la calentura del momento y no es correcto.
-¿Calentura del momento? ¿Estás pensando en lo que dices? ¡Por Dios! – su expresión se había endurecido y era obvio que estaba molesto – No eres alguien con quien sacio mis necesidades, eres la mujer que amo, así que no vuelvas a decir que ese día fue una calentura.
No me dejó responder porque se fue, entendí que me había excedido y que esta vez había dañado sus sentimientos. Desde que se enteró de mi embarazo no había dejado decirme que me amaba, lo cual interpreté como algo negativo, que era una manera de convencerme para regresar por la bebé y no porque realmente me amara.
-
Habían pasado seis días que no lo veía, me escribía a diario preguntándome cómo me encontraba, si la bebé se había movido o si había tomado mis vitaminas, todo muy protocolar, lo cual hacía que lamentara más y más de mis palabras de aquel día, que anhelara su presencia y que termine llorando antes de dormir.
Pilar estaba en mi casa, había ido con mi sobrina a visitarnos, no pude ocultarle lo mal que sentía tras lo sucedido con Rodrigo.
-Bueno hermanita, pasaste de autosuficiente a irracional ¿qué te hizo pensar que botarlo de la casa era una buena decisión?
-No lo boté, solo le pedí que me deje sola, que necesitaba pensar y tranquilizarme.
-Lo que sucede es que no lo has perdonarlo por haberte pedido el divorcio, sigues con ese resentimiento por el daño que te hizo.
-Sabes que el divorcio me destruyó.
-Y tú lo destruiste cuando le ocultaste tu embarazo ¿crees que fue fácil para él enterarse de esa manera?
-Sé que estuvo mal, pero tuve mis razones.
-Él también tuvo sus razones para pedirte el divorcio, no hay día que no se arrepienta y te pida perdón, pero tú te has olvidado lo que le hiciste a él ¿acaso lo tuyo es menos grave?
-No quería que regresara conmigo por la bebé.
-Esa fue tu razón, pero fueron cuatro meses que él perdió y eso no lo consideras. Te recuerdo que ustedes no se separaron por falta de amor, fue por una decisión que tú tomaste y obligaste que él aceptara.
-No tener hijos era mi decisión y se lo dije desde un inicio.
-La cual te pidió que reevalúes, pero no quisiste hacerlo. No te digo que esté mal no ser mamá, pero mínimo debías escucharlo y no quisiste.
-Pero no quería ser mamá y él debió respetar mi decisión.
-¡Lo hizo! ¿Acaso tu embarazo es producto de una violación? No, Rodrigo quería que lo escucharas y pudieran conversarlo como la pareja que eran. Ahora toca que dejes tu orgullo y te decidas.
-¿Decidirme en qué?
-Que si quieres a Rodrigo como pareja o como padre de tu hija.
-Él siempre será el papá de mi bebé.
-Eso nadie lo duda, siempre estará presente, pero está en ti decidir qué tan cerca lo quieres.
-Necesito tiempo, estoy confundida.
-Lo tienes, pero no es eterno. Nadie merece vivir en la incertidumbre.
Las palabras de Pilar aún daban vueltas en mi cabeza "nadie merece vivir en la incertidumbre", eso era lo que estaba pasando en mi relación con Rodrigo y no me había dado cuenta. Hasta qué punto mi orgullo estaba deteriorando todo, hasta dónde había llegado con toda esta confusión.
No había dudas que seguía amando a Rodrigo, pero temía que me dejara sola nuevamente, no quería establecer lazos que luego se rompieran con la misma facilidad que aquella vez.
-
No podía dormir, trataba de cambiar de posición en la cama, pero mi enorme barriga no me lo permitía. No me quedó de otra que ver mi celular y entretenerme en mis redes sociales, fue muy sorpresivo ver una fotografía de Rodrigo, llamándome la atención que estaba en el aeropuerto.
-"Buen viaje, aunque esperaba que me acompañaras al cumpleaños de Pilar" Emma
-"Ahí estaré" Rodrigo
-"No te preocupes, le pediré a Gaby que me acompañe" Emma
-"No será necesario, te recogeré" Rodrigo
-"Es mañana, no te dará tiempo de llegar" Emma
-"A las 4 de la tarde estaré en la casa. Descansa" Rodrigo
Sus mensajes habían sido tan fríos que no demoré mucho tiempo en llorar, anhelaba su cariño, pero debía entender que nuestro amor no era el mismo, lo habíamos roto, siendo la única manera de repararlo la separación.
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Mi decisión
RomanceEmma estaba felizmente casada, tenía un buen trabajo, era una mujer con una vida tranquila. Sin embargo, todo cambio cuando su esposo le pidió el divorcio. Ella deberá afrontar las consecuencias de sus decisiones y entender que nunca más estará sola.