Amor en el Otoño

Capítulo 8☀

Llegué a mi pequeño departamento con una sonrisa tonta en mi rostro, la mujer que me encanta y estaba perdidamente enamorada correspondía a mis sentimientos. Estaba en el paraíso, esa mujer dulce y tierna tenía un pasado muy doloroso que yo estaba segura que sanaría poco a poco con mi ayuda y mi amor.

Me impactó mucho el saber que había intentado quitarse la vida, no puedo pensar en lo destrozada que podía estar, el dolor tan grande en su alma, su vida se desmoronó de un día a otro, le arrebataron de sus manos a ese pedacito de ella, lo único que iba a quedar de ella en esta tierra. Y bueno la cobardía y la falta de humanidad de su idiota ex marido, ella lo que menos necesitaba era más dolor en su vida, al parecer a él no le importaba su esposa y su estabilidad emocional. Lo conozco pero nunca lo asociaría con ella, es un hombre bastante atractivo y bastante cotizado por las estudiantes de medicina. Sin embargo él no sabe a la belleza de persona que dejó, una mujer con un alma bondadosa y cariñosa que estoy segura tiene tantas cosas fascinantes por mostrarle al mundo, a partir de hoy me propongo enamorarla más, hacerla sentir segura.

Cuando Ámber correspondió a mis sentimientos con naturalidad volvieron esas mariposas en mi estómago que hace mucho tiempo no sentía, me hizo volver a mi juventud cuando me enamoré por primera vez, esta vez siento un amor tan diferente, más libre y sin prisa, ya somos adultas y ambas tenemos experiencia en las relaciones amorosas. Sé que Ámber a pesar de sus 24 años es un poco infantil a veces, y eso me encanta porque ve algo divertido en las situaciones complicadas e incómodas ella es liberal y sin preocupaciones.

No me juzgó por mis amantes, entendió mi situación, mi doloroso y tormentoso pasado. No me dijo que era una suicida loca, esa fue una de las partes más complicadas de superar, estuve en terapia todos los días durante 6 meses que de verdad me salvaron la vida. Sin mis padres y Cris estaría muerta.

Ese beso al inicio inocente y luego apasionado, revolvió todo en mi interior, sentir sus caricias en mi cintura, Dios, hace tanto que no me excitaba tanto con una simple caricia, no me importó andar con vestido y sentarme sobre ella. Tuve que alejarme porque no me podía contener de hacer algo más y no es correcto.

Cuando salí de mi ensoñación llamé a Cris, porque si no la llamo se preocupará o pasará mañana antes de ir al trabajo y me atacará con sus preguntas incómodas.

-Hola amiga hermosa, ¿Cómo estás? –dijo impaciente.

-Estoy tan feliz Cris. Me quiere también, me siento en las nubes ahora -Mi sonrisa debe ser la de una mujer enamorada.

-Lo sabía Alicia, valió la pena abrir ese corazoncito y buscar tu felicidad. Cuéntame que pasó.

-Vinimos a casa porque yo estaba muriendo de frío, ella me prestó su abrigo, que por cierto huele a su perfume y lo tengo puesto. Tomamos café, fuimos a la biblioteca a hablar, lloré mucho, ella me consoló, me abrazó y nos besamos. Más detalles no te puedo dar –hablé emocionada.

-Las dos son adorables. Me alegro que toda haya salido bien y te corresponda amiga. Es hora de que vuelva mi amiga linda y simpática, si ella es capaz de hacerlo, es amor sincero.

-Sé que es amor, ese beso me lo dejó claro. El brillo en sus ojitos. Cris fue hermoso. Las dudas se fueron estoy dispuesta a dar todo por ella.

-Debes tener una sonrisa que da miedo a quienes no te conocen. Estoy feliz, mañana me lo contarás todo.

-Pero si ya te conté todo, no hay más que decirte. Estoy agotada.

-Me lo contaste, pero quiero ver ese brillo de enamorada en tus ojitos y esa sonrisa boba cuando recuerdas lo sucedido. Te dejo descansar, cuídate mucho. Hasta mañana.

Las cosas mejoraran en mi vida y todo será gracias a esa bonita muchacha.

Subí a mi habitación, necesitaba una ducha para relajarme, casi me duermo en la bañera, me puse mi pijama y tomé su abrigo y lo abracé. Me dormí con el abrigo en mis brazos. Todo en mi vida mejorará, volveré a tomar mi rumbo y volverá esa Alicia que era divertida, amable, amorosa y sociable.