Capítulo 5☀

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Amo el otoño, es mi época favorita del año, ver las hojas de los árboles caer con el viento, ese frío que aún con abrigo te hace estremecer, las mejillas rositas de la gente por el frío, eso es lo que más me gusta.

Ya estoy de nuevo en mi departamento, mañana martes vuelvo a mi rutina o parte de ella, aún no puedo trabajar, tengo mi ropa lista, una pequeña rosa en agua para sorprender a mi linda profesora. No puedo escribir por mi yeso, pero puedo al menos prestar atención.

Se me complica un poco hacerme mi comida, o mi café, ya que mi madre me hizo comida para toda la semana. Por eso la amo. Y para bañarme es un poco difícil pero puedo hacerlo sola. Mañana será un gran día.

Mi alarma sonó a las 6:30 a.m. tendría tiempo suficiente para todo ya que mi primera clase es a las 9:00 a.m. tomé una ducha caliente, me vestí con la ropa más acogedora que tengo, de camino pasaría por dos cafés y la pequeña rosa en mi bolso. Llegué a la facultad de letras a las 7:40 a.m. estaba tan tranquilo el campus, todos en clase. Llegué temprano porque sé que ella ya está en su oficina. Tomé mi café en la cafetería porque luego sucedía un accidente y de camino llevaba en mi mano su café y la rosa.

Me dirigí a su despacho con la esperanza de que estuviera sola, mi mano temblaba, a como pude toqué la puerta y escuché un suave adelante -tomé aire y entré.

-¡Buenos días a mi profesora favorita! -le dije con alegría.

-Volviste, me alegra tanto -no pude resistirme y la abracé con fuerza.

-Sí tengo esta clase de recibimiento me accidentaré más seguido. Toma esto es para ti -le ofrecí el café y la rosa.

-Muchas gracias, la rosa también es para mí -me encanta, por estos gestos me tiene enamorada.

-Es para ti también, espero te guste.

-Me encanta gracias, que haces aquí y tan temprano.

-Vengo a darte la sorpresa y vengo a clases, mis costillas cómo pudiste ver con el abrazo que me diste están bien, solo necesito mi brazo de nuevo. Gracias por los apuntes, eres la mejor.

-Ven siéntate, me alegro tenerte de vuelta, ya te echaba de menos. Siento lo del abrazo te pude lastimar. Lo hago con todo gusto.

-Yo también te he extrañado mucho, esos comentarios burlescos hacia mis compañeros, esos cafés y nuestros almuerzos, pero ya me tienes de vuelta -me encanta cuando tengo toda su atención y me sonríe.

-No me culpes, tus compañeros muchas veces se pasan con sus comentarios, ya que volviste te debo un helado y quiero hablar contigo seriamente.

-Era una broma lo del helado, pero encantada de tomar un helado contigo en el parque. Hice algo mal o dije algo que te molestó si es así lo siento, si fue por la rosa, pensé que sería especial –dije nerviosa.

-Ámber, para por Dios, no hiciste nada, vienes llegando tranquila y la rosa me encanta gracias de nuevo, es sobre mí, tienes algo que hacer esta tarde.

-Por ti cancelo todo, estoy libre no puedo trabajar con mi mano así –le dije mostrando mi brazo.

-Podemos ir a tomar el helado e ir a mi casa, necesito hablar contigo y solo ahí estaré tranquila, puedes decir que no.

-Alicia estás temblando, iré contigo a donde quieras, y si es a tu hogar encantada por conocer una parte de ti –tomé su mano y la apreté suavemente.

-Está bien, salgo a la 1:00 p.m. ¿Ya has salido?

-Sí hoy es un día muy aburrido no tengo mucho que hacer, estaré aquí a la 1:00 p.m. no te sientas presionada conmigo lo sabes –acomodé un mechón su cabello.

-Lo sé y no sabes cuánto te lo agradezco. Eres increíble cielo -la abracé suavemente.- Ve a tu salón seguro Sarah se alegrará de verte.

-Tú eres la increíble aquí. Te veo más tarde. Sarah me matará por no avisarle. Hasta la 1:00 p.m. -Me despedí con un beso en la frente.

Estaba impactada con el regreso de Ámber, tuve que invitarla a mí casa, es ahora o nunca. Y su pequeña rosa me fascinó. Tengo que llamar a mi amiga, necesito un consejo urgente.

-Hola francesita ¿Cómo estás?

-Odio que me digas así, necesito que vengas ahora, Ámber volvió –le dije rápidamente.

-Voy para allá no te muevas.

En menos de 5 minutos tenía a mi amiga en mi oficina.

-Pero que linda rosa, me gusta esta chica para ti, es de esas almas viejas y dulces, te da flores, me caso –me encanta molestarla.

-Deja de decir idioteces, sí me la dio ella. Al grano para eso te llamé, la invité a tomar un helado y a mi casa –le comenté un poco asustada, ella se sentó a mi lado y acarició mi cabello.

-Amiga, te deseo lo mejor, ella es una buena chica, sé que vale la pena el riesgo. Entonces la llevarás por un helado, eres demasiado cursi y por eso te amo.

-Se lo prometí tengo que cumplirle y luego iremos a mi casa a hablar de mis sentimientos y sabes que fue lo más lindo, me trajo café, la rosa y se despidió de mi con un beso en la frente –le sonreí.

-Definitivamente te perdí, pero me alegro tanto, si van las cosas bien en casa y deciden intentar algo a escondidas o conocerse en la casa de alguna, hazlo con cuidado. Te felicito por dejar tus miedos e intentarlo.

-Yo espero que vaya bien y salgan las cosas como pensamos, y si tengo que desnudarme el alma lo haré y espero que lo entienda.

-Lo hará ya lo verás, confía en ti y en tu corazoncito. Me tengo que ir, pase lo que pase llámame –la apreté contra mi pecho.

-Gracias Cris por todo yo te llamo aunque sea media noche. 

Amor en el OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora