Capítulo 20☀

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Ha pasado un mes desde nuestra graduación y un hermoso mes siendo la pareja formal de una mujer tan maravillosa, detallista y linda como lo es Alicia. Algo tuve que haber hecho bien para tenerla en mi vida.

Paso muy poco tiempo en mi departamento, solo llego a cambiarme para ir a trabajar, he pasado todo este tiempo con Alicia en su casa, me encanta estar con ella, verla ser una mujer libre, divertida a veces un poco torpe y olvidadiza, aun así me sigue pareciendo una mujer preciosa y extraordinaria que he conocido.

Hemos hecho tantas cosas juntas, le enseñé a preparar los tortellini que le encantaron y a mi parecer le quedaron mejor a ella que a mí. Poco a poco aprendemos a leernos, saber que un suspiro es que algo no está bien o le incomoda, conocernos esos pequeños gestos que para otros es solo un gesto, para nosotras significa algo más.

Hacemos el amor casi todos los días, hemos aprendido que es lo que nos gusta, el modo en el que nos gusta más hacerlo, aprendí que Alicia es la dominante en todo sentido y a veces me cede el poder, he conocido de tantas maneras su lado salvaje, mi cuerpo es su lienzo para dejar arañazos, mordidas y marcas. Conozco cada uno de sus lunares, esas pequeñitas galaxias que habitan en su cuerpo, esas pequeñas marcas en su abdomen donde me muestran que le dio vida a un pequeño ser humano que se convirtió en su estrellita, las líneas en sus muñecas me muestras su dolor y a su vez su valentía y fuerza. Es todo un ejemplo para mí.

Sin duda Alicia mi francesa favorita es mi todo sin lugar a dudas, es el amor de mi vida, parece precipitado pero es así. Amo cuando me habla en su perfecto francés cuando hacemos el amor y me mira y me susurra cositas que no entiendo pero me parecen adorables y las veces que se enoja demasiado y comienza a discutir conmigo en francés, da miedo cuando se enoja. Su tono de voz cambia por completo, esas veces siento que vuelvo a la universidad.

Mientras le estaba ayudando a hacer el desayuno se me ocurrió una idea.

-Amor para un segundo –dejó las tostadas y se abrazó a mí con fuerza.

-Dime cielo ¿qué sucede? –le sonreí y dejé un beso en su mandíbula, me encanta que sea más alta.

-Debemos hablar con Sarah, tu amiga lo supo mucho antes que yo y no quiero ocultarle esto a Sarah, ella es muy importante para mí y lo sabes –me aferré a su cuerpo temiendo una respuesta negativa.

-Claro mi cielo, aún no hemos salido a cenar o a donde nos puedan ver, creo que es mejor decirle antes de que se entere de otra manera y piense que no confías en ella- la entiendo, sin Cristina apoyándome nunca me hubiera atrevido a confesarle mis sentimientos.

-Te parece hoy en la noche, nada elaborado ya sabes pedimos pizza, hablo con ella primero y luego te presento, con ella haré lo que me ahorraste con mis papás –le hice cosquillas hasta que se separó riendo.

-Mi amor estoy de vacaciones puede ser cualquier día, y si quieres pizza será con vino en tu departamento, llámala amor.

-La llamaré ahora dame un beso como se debe señorita Lambert –acerqué su cuerpo al mío y tomé fuertemente su trasero soltando un gemido bastante fuerte.

-No comiences Ámber, ve y habla con Sarah.

Caminé hasta la sala y llamé a mi mejor amiga, al segundo timbre atendió la llamada.

-Vaya revivió Ámber, me tienes abandonada idiota, solo te veo en tu trabajo porque luego te desapareces, no sé quién me está robando a mi amiga.

-Hola Sarah, estoy muy bien gracias por preocuparte. Quiero invitarte a comer pizza en mi departamento, tengo que hablar contigo sobre mi ausencia.

-Claro, solo dime la hora y ahí estaré. Me presentarás a tu amor –la escuché reír.

-Llega a casa a las 8:00 p.m. sé puntual Sarah.

Amor en el OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora