Amor en el Otoño

Capítulo 14 ☀

Este fin de semana ha sido el más relajante, liberador al lado de mi morena favorita.

La conversación con mis padres fue mejor de lo que yo pensé, me aceptaron y ni siquiera me preguntaron por qué una mujer. Estaban tan emocionados por mí. Saben y vivieron conmigo ese dolor insoportable, mi depresión, mis terapias y ahora me abrí al amor y a la felicidad. Solo esa morena de ojitos color cielo me hizo volver a confiar y a creer en el amor y la felicidad.

Amé todo lo que pasó, desde nuestro primer desayuno, nuestro día en pijama, conocer nuestros gustos en la cama, nuestra cena y el baile tan romántico. Cada uno de esos besos, inocentes y pasados de tono, sus caricias en mi espalda y algo tiene con mi trasero, le encanta poner sus manos ahí.

Hace una hora Ámber se fue a casa y aproveché para llamar a mi amiga, mi consejera.

-Hola Cris ¿Estás desocupada? –se acosté en el sofá.

-Hola amiga enamorada, para ti siempre estaré desocupada. Cómo te fue este fin de semana. Hubo acción.

-Ha sido mi mejor fin de semana en años Cris. Pasamos en pijama, vimos películas, escuchamos música, cocinamos juntas, bailamos y hubo muchos besos. En pocas palabras fue genial, me siento como una adolescente hormonal.

-Que bien Alicia, envidio eso, quisiera que mi marido hiciera eso conmigo pero bueno no importa. Es una joven increíble te lo dije. Y amiga no solo te sientes, suenas como una, de verdad no pasó nada ni un roce inocente.

-Tu marido te adora y eres su vida tú lo sabes y trabaja mucho para mantenerte feliz. No pasó nada te lo juro, solo besos. Explotaré con una simple caricia cuando lo hagamos.

-Lo sé, pero lo extraño sabes. Te apuesto cualquier cosa que así será. Pero lo disfrutarás enormemente. Has dejado el sexo hace bastante tiempo, que 6 meses ¿cómo haces?

-Lo he dejado por respeto a mi amor por Ámber y tengo dos manos que funcionan a la perfección. Pero ahora nuestro tiempo se reduce a nada Cris, debe enfocarse en su trabajo final y yo no quiero interferir en eso y el tiempo que pasa con su amiga, porque lo puede hacer acá conmigo, pero ella lo hace con Sarah no las voy a alejar.

Y serán menos de dos meses extrañándola y solo hablando poco en la universidad y por teléfono.

-Lo has dicho excelente, dale su espacio y que disfrute libremente con su amiga, si necesita ayuda te la pedirá pero no es correcto. No seas tóxica y dale su espacio, pronto la tendrás en tu casa teniendo sexo 3 veces al día. Espera Alicia por Dios, no se va a acabar el mundo.

-Bien, le daré su espacio. Quiero que el tiempo pase pronto y dejar de ocultarnos y poder salir.

-Llegará el momento para eso amiga, solo sé paciente de acuerdo, ya han pasado 2 meses espera otros dos y listo, serán pareja.

-Gracias por siempre hacerme entrar en razón, hablaré con ella mañana y le diré que no se preocupe por mí, yo esperaré por ella.

-Siempre que necesites un consejo aquí me tienes, habla con ella. Te dejo para que descanses, te veré mañana.

-Hasta mañana Cris, te quiero.

Me sentía agotada hasta para tomar un baño, me metí en la cama y me dormí, me sacó de mis profundos sueños esa odiosa alarma.

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Llegué a la facultad con una enorme sonrisa de enamorada que mi amiga no me dejó en paz en toda la mañana, es muy insoportable cuando quiere.

Antes de irme a dormir le escribí un mensaje de buenas noches a Alicia pero no obtuve respuesta hasta hoy en la mañana, en su mensaje me pedía que fuese a su oficina porque debía de hablar conmigo, desde que leí su mensaje estoy un poco nerviosa. Al terminar mi última clase me dirijo a su despacho, la misma rutina de siempre, llamo a la puerta y espero.

-Buenas tardes mi bella profesora ¿Cómo estás?

-Buenas tardes cielo, ven siéntate aquí, quiero hablar de algo.

Estás a menos de dos meses de ser una profesional y quiero que tengas todo el tiempo disponible para que acabes todo lo que tienes pendiente y te enfoques en tu trabajo final el que haces con Sarah.

-Alicia no me gusta cómo va la conversación.

-Calma no es lo que piensas, lo que intento decirte es que te enfoques por completo en tu meta y en tu trabajo, yo puedo esperar. Podemos hablar en el salón, por llamada, mensajes. Pero dejemos nuestros almuerzos, cafés y cenas para después.

Quiero que te vaya bien y no me quiero sentir culpable de que no des todo tu potencial por estar conmigo. Me entiendes y no quiero que dejes a tu amiga sola, hazlo por ella y por mí.

-Entiendo tu punto y lo respeto. Agradezco que me lo hayas dicho y tienes razón debo de enfocarme en culminar mi carrera. Podemos dejar eso de lado este tiempo pero no dejaré de llamarte o hablar contigo.

-Está bien, puedes llamarte pero prométeme que darás todo de ti, es por tu bien y tu futuro.

-Te lo prometo mi vida. Seré la mejor. Ahora ven y bésame como se debe. Pero espera un momento, eso significa que no hay más besos.

-Eso significa, no más besos hasta después de tu graduación, pasará rápido el tiempo.

-Haré mi esfuerzo para no venir y comerte a besos. Te invito a mi departamento a cenar, nuestra última cena hasta que tenga ese título en mis manos.

-Acepto tu cena, dime la hora y me pasas la dirección, será la última –la tomé en mis brazos y la besé con fuerza.

-Te parece a las 8:00 p.m. sabes debo de ir a trabajar y quiero que la cena quede bien. Te envío la dirección pronto. Te quiero.

-A las 8:00 p.m. está bien, ahí estaré. Vete a trabajar, te quiero cielo. Te veré pronto.

Salí de la universidad camino a mi trabajo, de regreso a casa pasaría por un vino, pasta y de postre helado de vainilla con chispitas de chocolate, prepararé tortellini, amo comer pasta.

Me pareció tan lindo el gesto de alejarse un poco para poder enfocarme al 100% en mi carrera, por eso me fascina esa mujer. Estoy deseando que llegue el día de poder salir a la calle tomada de su mano sin miedo a nada.