Capítulo 4☀

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Han pasado ya 2 semanas desde mi accidente y Alicia me ha envidado religiosamente los apuntes de su clase. Estas pequeñas conversaciones me han funcionado para ponerme al día con ella y con su vida, intento que me hable un poco más de ella, pero es casi imposible. Llevo dos días escribiéndole un pequeño mensaje de buenos días que ella responde con un" ¡Buenos días!" acompañado de un sol y un corazón.

Estoy en casa de mis padres, pero la próxima semana vuelvo a mi departamento y a la universidad, mi doctor me checó y dijo que mis costillas sanaron más rápido de lo normal y solo debo esperar 2 semanas más con mi brazo enyesado, pero que perfectamente puedo volver a la universidad, le avisé a mi amiga y ella súper feliz que vuelva, ha venido a verme a casa y es la que pasa mis apuntes de tutoría. No es genial Sarah, es un amor.

No le comenté a mi linda profesora de que volveré ni Sarah sabe el día, quiero que sea una sorpresa, la buscaré en su oficina y le daré la sorpresa. Estoy tan emocionada por volver a abrazarla a sentir el dulce olor de su perfume floral y dulce. Pero me da miedo volver y hablarle de mis sentimientos hacia ella, pero necesito quitarme este peso de encima que tanto me agobia.

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Hace dos días Ámber me sorprendió con un lindo mensaje de buenos días. Me pareció un gesto tan dulce que hizo mi día más ligero y me sacó una pequeña sonrisa.

Cristina ha estado preguntándome si ha sucedido algo, algún mensaje extra de los apuntes y yo claro que no. Pero hemos tenido pequeñas conversaciones, nada fuera de lo común. Pero la extraño mucho, esa sonrisa tan maravillosa que me recibe en el salón, escuchar sus risas cuando habla con su amiga, verla radiante.- Definitivamente estás perdida Alicia.

Desde que me desahogué con mi amiga, he pensado tantas cosas al respecto y llego a la misma conclusión; la quiero a mi lado no solo como mi amiga sino también como mi pareja. Pero en segundo plano están mis padres, nunca les he dicho que me gusten o me atraen las chicas; me he acostado con algunas sí y me ha encantado, pero eso solo lo sabe Cristina.

Sé que si le confieso mis sentimientos no podemos tener una relación, sigo siendo su tutora y quien evalúa sus trabajos, me pueden despedir si algo sucede.

Estoy decidida a invitarla por ese helado que le prometí y confesarle todo, hablarle de mi origen, mi pasado que alberga mis demonios e inseguridades hacia el amor.

He pasado tantas noches en vela recorriendo mi casa, que hace 8 años se convirtió en una dolorosa tortura y un recuerdo constante de mi pérdida. Noches llorando frente a una puerta cerrada que significa mi mundo, mi felicidad arrebatada. No he tenido ninguna relación seria hace 8 años, salgo de fiesta con Cristina que por cierto ella es la adoración de su marido y no le importa que salga de fiesta mientras ella sea feliz. En esas fiestas intento dejar todo atrás y ser libre con la ayuda del alcohol, tanto mujeres y hombres han despertado en mi cama después de esos eventos es sexo y ya, no los vuelvo a ver no hay números de teléfono. Los llevo a mi casa para no tener que vestirme e irme a casa. Me parece denigrante.

A mis 35 años me considero atractiva y con buen cuerpo, soy de tez blanca, altura promedio o bajita, tengo mis curvas y mis ojos son cafés... en pocas palabras soy irresistible y soy francesa dejé mi país con mis padres al cumplir 17 años para comenzar la universidad.

Mi pasado se los contaré muy pronto, tan solo necesito que mi pequeña luz vuelva a la universidad. 

Amor en el OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora