En las películas siempre te pintan a las chicas solitarias que están en los baños durante el recreo y almuerzan ahí para no estar con los demás como unas completas friskies. Pero la verdad, es que las entendía al cien por ciento.Había empezado a hacer aquello todos los días cuando descubrí lo miserable que era mi vida tras la discusión con Jaden.
Nos habíamos dejado de hablar, y eso, me llevó a mi situación actual.
No tenía manera de reparar aquello, era casi imposible.
Selene y él habían empezado a adueñarse de mi vida, literalmente.
¿Por qué?
Porque estaban tomando todo lo que alguna vez creí mío.
Las mesas donde normalmente me sentaba, la mesa de la cafetería, las gradas de la cancha de baloncesto...
Todo.
Ahora tenía que hacer las cosas por mi propia cuenta, tenía que alejarme.
Así que, ahora, almorzaba en los baños donde nadie podía verme. Hacía mis tareas en el fondo de la biblioteca. Me sentaba en las mesas vacías de los salones y tenía el dichoso placer de ver como cada que entraba a cualquier lado, todos me veían como si tuviera un payaso en la cara.
La parte que más me dolía era la de mis "amigos". Vanessa no me hablaba, claramente, Selene estaba con Jaden, incluso las trillizas estaban detrás de ellos.
Esa mañana, estábamos en una charla en la biblioteca. Como era de esperarse, había llegado tarde, así que me tocó sentarme en las mesas vacías que sobraron. Todos me miraron al llegar, cosa que intenté ignorar. Hasta que entonces, escuché las risas. No tuve que hacer más que mirar por encima de mi hombro para verlo sentado en aquella silla, rodeado por los demás que lo vitoreaban como un maldito rey. Selene estaba sentada a su lado, hablando algo que parecá gracioso porque todos reían. En ese instante, la mirada de Jaden cruzó por la mía, guiñándome un ojo con descaro.
Casi me parto el cuello girándo la cabeza para que no viera que estaba mirándolo.
La mujer que impartía la charla no podía tener más de ocho años menos que mi mamá. Empezó hablando de la estabilidad emocional que todos debemos tener. Y luego habló un poco del bulliyng. Fue una charla leve y despreocupada, más informativa que cualquier otra cosa.
Yo no me vi capaz de concentrarme mucho, sentía las miradas de todos sobre mí. Era insoportable la tensión que tenía a mi alrededor. Sin mencionar la manera en la que me quemaba la espalda, aviisándome que alguién no apartaba la mirada de dicha área.
—¿Alguien puede darme un ejemplo de lo que es la responsabilidad afectiva?
Todos estaban en silencio, hasta que entonces su voz resonó de la nada.
—La responsabilidad afectiva se refiere a cuan responsables somos con los demás, la manera en la que nos preocupamos constantemente por como los hacemos sentir.
Todos miraban a Selene con atención, mientras, ella mantenía la mirada pegada en mí.
Tragué en seco.
—De acuerdo, ¿Alguien puede contarme como se puede mantener una responsabilidad responsable?
—Procurado que la otra persona mantenga una relación estable con la otra. Que sean responsables de sus palabras y acciones, se trata de cuidarse mutuamente y al mismo tiempo, de ellos mismos —solté sin pensar.
—Parece que tienes una buena responsabilidad afectiva por tus palabras, ¿Tienes algún ejemplo que puedas compartir con nosotros? —preguntó la mujer.
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Forever | Libro I
RomanceDaniela Black y Jaden White habían hecho una promesa. ¿Quieres saber cuál? Ambos prometieron que su historia sería... Para siempre. Que su enamoramiento sería uno como esos de las películas, que su legado quedaría marcado con los años y se sabría...