25: Decir adiós

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—¡He dado todo por ti, siempre! ¡Me entregué a ti por completo! ¡Me dejé envolver en toda tu maldita mierda! ¡Me jodiste, me jodiste como nadie!

Llevábamos al menos una hora en la rectoría. Selene había sido la primera en entrar a la oficina de la consejera con Jaden. Sus gritos eran los que salían por las ventanas del lugar, al igual que los responsables de que mi piel estuviese completamente erizada.

Vanessa y Roxanne habían sido llamadas por el rector por igual. Vanessa estaba sentada a mi lado, sosteniendo mi mano con temblor en la suya, recibiendo apretones de mi parte cada que Selene soltaba otro grito.

—¿Crees que estaremos mejor después de esto?

—No lo sé. Tu cuello se ve bastante mal.

—¿Tanto?

—Está poniéndose más obscuro.

—Mierda...

—Ahí vienen.

Ambas miramos al rector, que me hizo una seña para ponerme de pie. Dejé la silla y entré a la oficina, donde Jaden estaba sentado en un lado, viendo directamente al suelo.

La consejera escolar me miró y al repasar la mirada por mi cuello soltó un suspiro y una negación, anotando en su libreta.

Tragué en seco, sentándome.

—¿Sabes porqué estas aquí?

—Supongo —murmuré.

—Cuéntame, cómo pasó todo esto. ¿Cuál es la historia detrás de eso? —señaló mi cuello.

Miré a Jaden que parecía estar por explotar. Su pierna no dejaba de moverse, tenía ansiedad.

—Yo...

—Habla con honestidad Daniela, esto es por tu seguridad.

Tomé aire, tratando de organizar las palabras en mi mente antes de cometer un error que me haga arrepentirme.

—Jaden y yo empezamos a salir hace un tiempo. Creía que estábamos bien, pero un día me dejó de hablar y no quiso dirigirme la palabra más. Lo veía por ahí con Selene así que supuse que estaban juntos. Después de eso él... Me confesó que estaba pasando por una situación. Así que le perdone, y empezamos de nuevo. Seguimos juntos hasta que hoy... Selene me confesó que llevaban dos meses viéndose.

La consejera escribió algo en su libreta, y entonces me miró.

—Te diré que ha pasado aquí en palabras profesionales —me dijo—, Jaden jugó con los sentimientos de ambas de ustedes. Las ilusionó a ambas y terminó por lastimarlas a las dos. Jaden está indeciso entre las dos y se le hace imposible escoger, porque la verdad es que se le hace muy difícil estar solo. No es que las ame a ambas o que quiera estar con ambas. Es que no puede estar solo. Así que cuando una se va, tiene a la otra.

Ouch.

—En el expediente de Jaden está marcado que tiene problemas de ira. La marca en tu cuello, ¿Fue culpa suya?

Toqué mi cuello, dirigí la mirada hasta él.

Aquel color café que tanto me gustaba ver estaba tan obscuro que casi pasaría por negro.

—No te sientas intimidada porque él esté aquí. Responde con honestidad Daniela, esto es muy importante.

—¿Qué planean hacer con él? —pregunté sin apartar la mirada de la suya.

—Depende de tu respuesta tomaremos una decisión con Jaden.

—¿Puedo saber las opciones?

—El responderte lo que pasaría influiría en tu respuesta, por ley no podemos...

Forever | Libro I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora