Cuando le intenté explicar a Jaden quién había sido Jake en mi vida me sentí atrapada entre el pasado y el presente.Había que ser honestos, Jake siempre me gustó. Me causaba millones de sensaciones que eran imposibles de ignorar. Pero jamás pásamos de amigos, y probablemente no lo haríamos.
Y le dejé claro eso a Jaden, aunque, la manera en la que se quedó callado me dejó saber que no le agradaba la idea. Entendía porqué reaccionaba así, era lógico, estaba celoso.
Entonces, sentí que el mundo se me quiso caer encima cuando papá empezó a organizar salidas, almuerzos, incluso cenas y empezó a invitar a Jake.
Jacob era el chico favorito de papá, eso todos lo sabían.
Pero siempre creí que papá jamás querría que lo viese de diferente manera, recordemos que mi padre siempre fue muy celoso y sobreprotector conmigo.
Aunque, esa idea se fue al demonio cuando Jacob empezó a ir diariamente a casa.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó papá viendóme desde el marco de la puerta.
Le mostré la pantalla de mi Ipad, donde relucían las letras del libro que en ese instante estaba leyéndome. El asitió, entrando a la habitación sentándose a mí lado.
—¿Cómo te va con tú novio?
Me tensé. Y probablemente él lo notó.
—Todo va en orden —me las arreglé para decir.
—De acuerdo —murmuró, poniéndose de pie—, Jake llegará en cinco minutos. Vístete, iremos a dar una vuelta.
No dije nada, simplemente me puse de pie y tomé mi toalla yéndome directo al baño.
Me di una ducha rápida, y cuando salí, el grito de espanto que di probablemente se escuchó en todo el barrio.
Las carcajadas de Jacob resonaron por la habitación, como si le hubiesen hecho el mejor chiste de su vida.
—¿Qué diablos haces aquí? —pregunté, apretándo la toalla que se cernía a mi cuerpo.
—Tú papá dijo que te avisara que había llegado. Iremos a beber un rato.
—Eso ya lo sabía —refuté—, Me refiero a qué diablos haces aquí. ¿Qué tal si hubiese salido desnuda? Me hubieses visto y...
—Hubiera apreciado la vista —me interrumpió, mis mejillas se enrojecieron en un microsegundo—, Vístete para irnos de una vez.
—¿No piensas irte?
—Si tienes algo que jamás haya visto, te tiraré un dólar.
La egocentría en sus palabras me hizo enfurecer, era jodidamente narcisista y egocéntrico. No le importaba un carajo lo que yo dijera, y eso me enfurecía más.
Así que, allí delante suyo, tirado en mi cama y usando su móvil, me voltee y me empecé a vestir como si él no estuviese allí. Sentía su mirada pegada en mí, pero eso no me detuvo y acabé por vestirme allí como si no existiera.
Gracias al cielo, cuando estaba cepillándome el cabello, mamá abrió la puerta de la habitación haciéndonos mirarle.
—¿Lista? —me preguntó.
—Iba a maquillarme un poco —murmuré.
—Te vez increíble, vámonos —me interrumpió Jake, mamá sonrió ladina.
—Los veré abajo.
Lo miré, entre sonrojada y frustrada.
—¿Qué diablos es eso?
El enarcó una ceja, confundido.
—¿De qué hablas?
—De tus... piropos. Tus adulaciones delante de mamá, el que ahora siempre te aparezcas cuando te dá la gana, tú...
—Eh, párale a tu drama, Danny. ¿No puedes simplemente fluir y ya? Me gusta pasar tiempo contigo y con tu familia. Tú papá me adora y es como un segundo padre para mí, ¿Tan difícil es de aceptar que soy parte de tú familia de alguna forma?
Me quedé muda, porque no sabía que responderle. Y es que, de alguna manera, tenía razón. Era... Cierto de alguna forma rara.
—Vámonos —suspiré rendida.
Yo comencé a caminar hasta la puerta, y entonces, él se puso de pie tómandome por sorpresa y abriendo la puerta para que yo pasase primero que él.
Un revoloteo en mi estomago me hizo alarmarme, y tras murmurar un gracias, ambos bajamos las escaleras para irnos.
Papá decidío que iríamos a por unas bebidas en una discoteca que conocía. Mamá y él fueron a jugar billar, mientras que Jake y yo nos quedamos sentados en una mesa, viéndonos a las caras.
¿Ahora qué?
—Entonces... ¿Jaden White?
Lo miré, perpleja. El sonrió descaradamente.
—Tengo mis contactos —respondió antes de que yo siquiera formulara la pregunta.
—Pues, sí.
—¿Qué le viste?
—¿Disculpa?
—Hay que ser honestos, Daniela. Tú eres demasiado linda para estar con alguién como Jaden. ¿Acaso no te haz visto en un espejo?
Era la... Primera vez que alguien me decía semejante cosa.
—Me enamoré de él.
—¿Enamorarte? Esa es una palabra muy fuerte Daniela, demasiado diría yo.
—¿Y qué sabes tú de enamorarte, Jake? Tú único compromiso es con tu auto, y eso es lo que siempre tendrás. Es obvio que no sabes nada de enamorarse.
Por la manera en la que me miró, supe que había sido demasiado brusca. El le dió un trago a su cerveza y apartó la mirada, me arrepentí al instante.
—L-Lo lamento, Jake. Yo estaba, solo...
—Sé lo que es el compromiso, pero no pretendo estar con nadie ahora mismo. La mayoría de las chicas que se me acercan solo buscan comprobar lo que los demás dicen y murmuran sobre mí. No pretendo llevar una relación que sé que no durará más de dos meses.
—¿Por eso jamás haz estado con alguien de manera seria?
Asintió.
—Tú papá me habló la semana pasada. Me preguntó si siento algo por ti.
Abrí los ojos como platos.
—¿Que él te dijo qué? Oh por Dios, es que, es increíble enserio ese hombre...
—Le respondí que siempre he sentido algo, Daniela.
Y eso fue suficiente para que yo dejara de balbucear entre nervios.
—Pero supongo que perdí la oportunidad cuando White entró a tú vida.
Y sin más se puso de pie tomándo su cerveza y yéndose a la barra, supongo que a buscar otra.
¿Qué carajos...?
Miré mi móvil pasmada, la pantalla brilló con un mensaje de Jaden.
"Todo bien, nena?"
Oh, si tú supieras...

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Forever | Libro I
RomanceDaniela Black y Jaden White habían hecho una promesa. ¿Quieres saber cuál? Ambos prometieron que su historia sería... Para siempre. Que su enamoramiento sería uno como esos de las películas, que su legado quedaría marcado con los años y se sabría...