13: Realidad

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—Déjame ver si entendí —murmuré todavía confundida.

—Ajá.

—¿Tienes depresión?

—Ajá.

—¿Tomas antidepresivos y vas a terapia?

—Ajá.

—¿Tienes desórdenes alimenticios?

—Ajá.

—¿Y... no me lo habías dicho?

Intenté no sonar decepcionada pero fue inútil, el tono ahogado salió por su cuenta. Jaden suspiro, mirándome finalmente a los ojos.

—Daniela, no es cómo crees.

—¿No? Pues yo creo que si. Me escondiste algo que podías haberme contado con el tiempo.

—Es mi secreto y mi decisión si contártelo, y pensé que lo mejor era no decírtelo. No es la gran cosa.

—¡¿Qué no es la gran cosa?! —brame sin poder creérmelo—, A ver. ¿Tú llegaste a ver la película esta... la del chico morenito y la chica rubia que tiene depresión?

La cara de Jaden valía oro, pero yo insistí.

—No importa si no la viste. El punto es... Que ella tenía depresión porque su hermana falleció y era muy obvio que el la estaba ayudando a sanar.

—Llega al punto —bufó.

—El jamás le dijo que estaba pasando por algo muchísimo peor que ella. Y no es excusa pero... El punto es que mientras la ayudaba a ella, más se hundía en su propio problema. El se suicidó, Jaden.

—Bonita película —murmuró.

—¡Habló Enserio! ¿Acaso quieres acabar como Finch?

—Ese es el maldito punto, Daniela Black. Me alejé de ti porque creo que lo correcto es lidiar con mis demonios por mi cuenta. No que tú corras mis batallas. No quiero que seas la distracción a mis problemas, o que tengas que cargar con mi salud mental. Eso no es lo que quiero para nosotros y jamás lo querré.

—No cargaría con ella, simplemente quisiera estar ahí. Yo podría...

—Daniela, no voy a condenarte a estar en mi vida porque creas que estoy mal.

¿Cómo dijo?

—A ver... —susurre confundida—, Todo esto es porque... ¿Crees que voy a quedarme en tu vida solo por eso?

—No es solo eso, es el hecho de que estoy jodido y al saberlo, crees que tocare fondo si tú no estás. Y eso está mal. Muy mal.

—No te equivoques, White. No pretendo quedarme en tu vida si tenemos problemas o las cosas no fluyen como lo esperado. Simplemente quiero intentarlo y ya está. Si no funciona cada uno sigue con su vida, no será el fin del mundo es...

—De acuerdo.

—Sé que no te va a gustar, y que probablemente ahora que sé sobre esto sea muy insistente y insoportable. Pero es con cariño, yo te prometo que...

—Dije de acuerdo.

—Yo lo entiendo, de veras que es... Espera, ¿Dijiste de acuerdo?

El sonrió, ladino, dándome esa mirada que tanto me gusto siempre y asintió. Entonces, vi el Jaden de siempre. El de los comentarios graciosos y los cumplidos afectivos.

—Gracias, de verdad gracias —murmuré.

—Larguémonos de aquí. No soporto el olor a té de manzanilla —gruño arrugando la nariz.

Forever | Libro I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora