⬷ Chapter III ⤐

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Chapter III | Saved by sexy boy.

A los jóvenes de preparatoria, universidad o hasta profesionistas les encanta la diversión en todo su esplendor; tienen la necesidad de poder pasar horas y horas de momentos agradables con personas que conocen o hasta desconocidos que puedan toparse en sus múltiples escenarios de fiesta, casuales o familiares sin desviarse de la emoción o entretenimiento.

Para el par de amigos, el día de fiesta siempre termina hasta el amanecer, aunque al día siguiente estén a punto de morir por el dolor intenso de cabeza y el cuerpo en general por el gran parrandeo (baile y bebidas) que disfrutaron durante ese transcurso de horas. Afortunadamente no se han topado con algún percance dentro de las numerosas fiestas a las que llegan a asistir, aunque no quedan fuera de las posibles probabilidades al conocer al gran Jeon; problemas andantes.

El anochecer llegó más que rápido a causa de esas largas horas de sanción que tuvo que cumplir Jeon a causa del imbécil de su compañero, por fortuna el área que se le había asignado no estaba tan descuidada como se lo había imaginado y terminó cuando menos lo esperaba.

Su amigo pasó por él a las 10:00 p.m. para dirigirse a la tan esperada fiesta. Ambos estaban vestidos casuales, pero resaltan en belleza con cualquier prenda que pudieran utilizar. A Jungkook le gustaba dejar parte de las mangas de sus camisas o playeras más arriba del codo para que sus tatuajes se miraran más impresionantes de lo que ya consideraba, por su lado, Hoseok amaba cargar accesorios de todo tipo: lentes, collares, pulseras y hasta aretes. Tan atractivos.

Al llegar ahí el mayor estacionó su auto una calle más arriba a causa de todo el amontonamiento que yacía en los alrededores de aquel lugar, se veían autos por montones y no quedaba ni un solo espacio cerca. Caminaron tranquilamente bajo la luz de las farolas y desde donde se encontraban la música retumbaba a más no poder y con cada paso lograban percibir más personas entrando y saliendo del lugar.

—¿No era en una casa? —preguntó Jungkook al estar finalmente frente a un gran antro.

Las luces neón llamaban la atención desde la lejanía mientras parpadea de vez en cuando. "위험한 재미" era el nombre del inmenso lugar lo cual hacía juego con lo que realmente sucedía ahí dentro: diversión peligrosa.

Las personas entraban y salían del lugar cargando vasos que suponían que era alcohol o algún embriagante más que pudiera animarlos a pasarla mejor, cosa que no es necesario, pero, pensamientos distintos. Los autos no dejaban de llegar y en la imaginación del menor se encontraba una de las escenas de la película «Proyecto X» dónde todos se drogan y alcoholizan a más no poder hasta terminar tirados en cada uno de los rincones.

Y su imaginación no estaba tan lejana a la realidad.

Al entrar lo primero que les ofrecieron fue una pequeña bolsa cristalina con un par de pastillas blancas; droga. Los chicos del lugar parecían tomar aquella bolsa lo más normal posible o como si fuera cosa de todos los días.

El par de chicos la rechazaron así adentrándose a la perfección al lugar, ellos podían divertirse sin hacer uso de esas sustancias. Las personas bailaban sin parar y el alboroto iba en aumento por la euforia que poseían individual y colectivamente. Hoseok logró percibir una mesa casi vacía en el otro extremo de la gigantesca habitación —Vamos —ordenó a su amigo mientras lo tomaba del brazo y jalaba hacia el respectivo lugar con intención de sentarse a beber un poco.

—¿Está ocupado? —preguntó el menor casi gritando para poder ser escuchado por la única persona que se encontraba sentada ahí.

El chico rubio los miró con una agradable sonrisa haciendo el ademán para que tomaran asiento. Ambos lo hicieron y este les ofreció su bebida, pero como chicos responsables siempre dudando y no aceptaron.

«The arts teacher» Taekook | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora