⬷ Chapter XIX ⤐

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Chapter XIX | The office.

Las personas no tienen dueños, no deberían estar atados por el simple hecho que el contrario les hace mención que lo son y no de nadie más. Esto termina de ser divertido cuando una de las dos partes considera que literalmente le pertenece la vida de su pareja cuando no es así ni debería de serlo jamás. Aunque para ser sinceros, cuando una persona gusta de la otra de maneras increíbles lo más romántico o un tanto <posesivo> es el escuchar que la otra parte menciona esas simples palabra de eres mío, logrando que dentro de la relación o acto sexual se lleve más allá de lo inimaginable.

Siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo que se les llame de esta manera.

Para Jungkook el escuchar que su adorado Kim Taehyung ha dicho esas dos palabras logra que su corazón se acelere y su cuerpo vibre ante tal declaración posesiva, no debía negarlo, amaba que fuera de esa manera y lo tomara como suyo. Siempre y cuando siguiera la línea del respeto.

Taehyung se dio cuenta de lo que hace algunos segundos mencionó sonriendo entre el beso que le dedicaba al menor con pizca de posesividad, no quería ni imaginar a otra persona acercándose de esa manera a su Jungkook. Porque así lo era y lo comprobó escuchándolo por los mismísimos labios del menor.

Lo soy —dijo entre susurros sin apartándose de aquel intenso beso que estaban teniendo.

El mayor se separó de los ajenos tomándolo de la cintura con delicadeza —Se mi pareja Jeon, se mío por mucho tiempo —no dejó que el menor respondiera porque inmediatamente se acercó a atacar los labios siendo correspondido en el momento.

Los brazos de Jungkook intentaron enlazarse alrededor del cuello del contrario pero este lo detuvo separándose de sus labios —Mmm, no amor —dijo con una sonrisa traviesa dándole la vuelta haciendo que este se apoyara del escritorio con ambas manos y dejara su redondo trasero a su disposición.

Cosa que el mayor no tardó en comenzar a manosearlo a su antojo, juraba que podría acostumbrarse a tocarlo de esa manera. Llevó ambas manos a acariciar lentamente la espalda, cintura, cadera y trasero del menor —Nadie puede tocarte de esta manera —advirtió llevando sus manos hacía el botón y zipper del pantalón del contrario, lo desabrochó tan despacio que Jungkook podía jurar que estaba jugando con él.

Tal vez así lo era.

Al terminar de bajar el zipper sin dudarlo metió una de sus manos a la vez que se acercaba a frotarse despacio contra el menor, los sonidos placenteros de parte de este no se hicieron esperar. No comprendía cómo con tan solo algunos roces y movimientos sus cuerpos pedían cada vez más. Al tener la mano dentro comenzó a sentir la sensible piel que con cada caricia comenzaba a endurecerse.

—Nadie Jeon —dijo entre jadeos manteniendo el mismo ritmo sobre su trasero y las caricias que recibía el miembro contrario.

Se separó un poco únicamente para lograr bajar el pantalón de Jungkook hasta el nivel de sus rodillas, este a su vez giraba su cabeza para tratar de ver las intenciones del mayor. Al verle sonrió mordiendo su labio. Se encontraba apreciándolo de una manera que jamás hubiera imaginado que le verían, parecía que Taehyung mirase alguna de sus perfectas creaciones. Sin pensarlo volvió a acercarse pero a diferencia que sin advertencia alguna se inclinó a lamer lo que sus ojos no podían dejar de ver.

Jungkook tapó su boca porque estaba casi seguro que gemidos de placer saldrían desbordados gracias a la maravillosa lengua del mayor. Sus movimientos eran lentos, otros más agresivos pero lo que más le volvía loco era la forma en como la deslizaba desde arriba hacia topar con su miembro. Si no estuviera agarrado del escritorio podría jurar que se caería por el placer que estaba teniendo en ese momento.

«The arts teacher» Taekook | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora