Casa Haneul Zodiaco

29

Escorpio iba entrando a la galería de arte, cuando miró a cierta rubia parada al frente de un cuadro mirándolo fijamente. El pelinegro suspiró y metió las manos en sus bolsillos para comenzar a acercarse y ponerse al lado de ella. Aries al notar la presencia del chico suspiró.

—Realmente no lo entiendo —dijo Aries sin apartar la mirada del cuadro.

—¿Pasó algo? —preguntó Escorpio mirando el cuadro y Aries volteó a verlo.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —preguntó ella y Escorpio volteó a mirarla, el decidió llevarla a un parque para que ella pudiera hablar. Una vez ambos sentados en una banca, Aries comenzó a hablar.

—Escuché que la prometida de Capricornio está viviendo en casa Haneul.

—Sí.

—Así que es cierto —Aries comenzó a jugar con sus manos y Escorpio suspiró.

—Acaba de suceder.

Aries se levantó de la banca y el chico la volteó a ver.

—Esto es muy frustrante, ya no lo soporto —Aries miró a Escorpio el cual seguía sentado —No creo que me lo digas, así que se lo preguntaré a Capricornio.

—¿Ahora mismo?.

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—Si, te estoy diciendo que ella es realmente increíble cantando, y es muy bonita, aún no la he visto bailar pero supongo que esa será tu parte cuando vengas mañana —Leo asintió ante lo que le decía Emma —estoy segura de que ella te va a gustar.

—Para que la elogies de esa manera debe de ser bastante buena.

—Soy una buena caza talentos —la pelinegra guiñó el ojo —pero volviendo al tema principal, ¿Cómo es que tu bailarina principal se lastimó el pie?

—No lo sé, yo lo supe hasta esta mañana.

—¿Qué se supone que hagan?, Tú presentación es mañana en la noche, no creo que consigan una buena bailarina tan pronto.

—Lo sé, incluso pensé en acudir a ti, pero mañana tienes un compromiso con tus padres.

—Me gustaría ayudarte, pero no puedo cancelar el compromiso, espero que puedas encontrar una buena bailarina para entonces.

Leo asintió y se despidió de la chica, iría al estudio a grabar algunas cuantas cosas, por como estaban las cosas en su casa, ese era el último lugar al que quería ir, sin más se levantó y se puso una gorra y su mascarilla para salir, sin embargo en el recorrido hacia la salida alguien chocó contra él.

—Lo lamento, lo lamento —Leo levantó la mirada y vió a una castaña la cual hacía una reverencia rápidamente —en verdad no fue mi intención —la castaña se fue corriendo hacia la salida, se notaba que llevaba prisa, sin embargo no se dió cuenta que había botado sus llaves. El chico las tomó y salió rápidamente del establecimiento para intentar alcanzarla, sin embargo al salir no la vió más. Suspiró y se dirigió a su auto, de todos modos mañana iba a volver a ese lugar y quizás podría devolverle sus llaves si la volvía a ver.

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—La conferencia ha sido un verdadero éxito —Informó el chófer de Libra por teléfono.

—Deacuerdo, gracias por tú trabajo Edwin —Virgo colgó el teléfono miéntras se dirigía en auto hacia la casa de sus padres. Odiaba las cenas familiares, sobre todo si sus padres invitaban a sus abuelos y tíos. Las cosas siempre comenzaban igual y terminaban igual. Sus abuelos preguntándole si pensaba en casarse algún día, y sus tíos presumiendo la buena vida que sus primos viven en el extranjero junto a una buena esposa.

Comenzó a buscar entre sus contactos y marcó el número de Aries. Había quedado en que ella haría un vestido para regalárselo a Libra.

—Hola Aries, ¿Cómo estás?

—Hola Virgo, estoy bien y tú, cómo estás?

—Estoy bien, gracias por preguntar, ando cerca de tu taller, puedo pasar un momento.

Con suerte, la chica estaría en su taller y podría atrasarse ahí para ver el diseño que su amiga había hecho y llegaría tarde a la cena. Sin embargo la suerte no estaba de su lado.

—Lo lamento Virgo, hoy estuve fuera del taller en todo el dia, y en este momento no me encuentro ahí, si lo quieres es ver el diseño puedes pasar mañana por el taller y te lo enseño.

—No te preocupes Aries, después de todo eres la mejor en ese aspecto, nos vemos mañana, descansa.

—Gracias Virgo, descansa tu también.

Virgo suspiró resignado a tener que llegar temprano a esa cena. Condujo hasta llegar a la casa de sus padres y se estacionó en dónde regularmente estacionaba su auto y bajó de este.

—Bienvenido joven Virgo, es un placer verlo por aquí nuevamente —el mayordomo Kim fue el que lo recibió con una cálida sonrisa. En su infancia el mayordomo fue de gran apoyo para el, ya que su padre era un adicto al trabajo y su madre nunca estaba en casa.

—Muchas gracias mayordomo Kim, siempre es bueno venir a casa y encontrarnos.

—Su padre y sus abuelos ya están en el comedor, puede ir entrando usted también.

—Entiendo, muchas gracias —Virgo abrió las puertas del comedor y todos voltearon a verlo.

—Tarde, como siempre —su tía fue la hizo ese comentario, comentario el cual ignoró olímpicamente y fue a saludar a sus padres y abuelos.

—Siempre es bueno verte querido —su abuela acarició su mejilla.

—Lo mismo digo abuela —Virgo tomó asiento al lado de su padre y le sonrió a los demás —Bueno, ya que estamos todos aquí, iniciemos con la tortura.

—Chie Virgo, ¿Cuándo piensas casarte?

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—Estoy muy feliz por usted señorita —Cancer miraba a Sagitario feliz —es usted realmente grandiosa.

—Muchas gracias Cancer —Libra le sonrió a la chica, ella era realmente tierna y le acusaba ternura. Sin duda había sido lo correcto el contratarla como su asistente.

—He cancelado sus reuniones para mañana y ya he reservado el boleto de avión para que su hermano regrese.

—Gracias, y las cosas en la oficina están en órden?

—Desde luego, todo transcurrió con normalidad apesar de que los trabajadores tenían muchas preguntas.

—Deacuerdo eso es bueno —Libra alzó su taza de té y degustó del aroma que él tenía y luego lo llevó a su boca.

—O y me faltó algo más, el día de su viaje un Choe Virgo vino a verla —Libra al escucharlo tosió un poco y dejó la taza de lado —Señorita está bien? El té no fue de su agrado?

—No te preocupes Cancer, todo está en orden —Libra sonrió y luego de levantó.

—Tengo que ir a casa, estoy realmente exhausta, has una reserva para ir al spa más tarde y encárgate de las cosas dentro de la empresa.

—Como usted diga señorita.

Continuará.