Capítulo 13

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Dos días, han pasado dos días, dos días desde que finalmente dejó de escapar de ese amor que fue destinado a él y que Karla lo maldijo.

Ya no piensa en dañarla para que ella se aleje de él, ya no piensa en hacer lo imposible para evitar lo que se supone debe pasar. Ahora simplemente desea estar con ella, ahora siente la necesidad de ser su protector, su felicidad y su estabilidad.

No tiene ninguna duda de que Penny siente lo mismo por él, él está seguro de que ella le pertenece en cuerpo y alma, de no ser así obviamente no se le hubiera entregado siempre que su deseo por él le domina.

Para Penny esos dos días en los que no lo vio fueron de agonía, ella siempre siente la necesidad de verlo y estar cerca de él, es como si sé sintiera completa con su presencia, es como si él verdaderamente fuera su otra mitad... esa que es mala y perversa, esa que es fuego y deseo, esa que es oscura y misteriosa. Con él simplemente lo tiene todo, pero ha de no decir nada, ella sabe que ese hombre no es de una sola mujer.

Enojada por la verdad de sus pensamientos, se levantó y se sentó en la cama, es domingo y es la cena que ha estado evadiendo desde ya hace un tiempo. Es el día que finalmente Ebrain se presentará esta vez como su novio.

Los nervios como siempre la superan y su piel se pone un color rojo chillón, odia que cuando sienta cualquier cosa su piel se sonroje, eso es una desventaja para ella.

—Niña— Roxana tocó la puerta de la habitación, la casa es un desastre por la preparación de la cena —vamos abre, cariño— Penny se colocó las pantuflas y rápidamente caminó hacia la puerta y una vez vio a la mujer casi se colgó a ella.

—Nana, déjame ir... ayúdame a escapar de esa cena... sácame de aquí te lo suplico...— rogó con dramatismo, la mujer entró a la habitación tirando de ella hasta sentarla frente a la peinadora.

—Se supone que hoy conoceremos a tu novio, deberías estar feliz... después de todo será una sorpresa para tu padre— la mujer negó —¿Estás segura de querer hacer eso en media cena?— Penny con los nervios por las nubes asintió.

—De esa manera ese tal Alexandre sabrá que no tiene posibilidades conmigo, y a papá junto a los señores Spinster, les quedará claro que no habrá boda ni alianza, no de esta manera por lo menos. ¿Acaso estamos en una tribu? Sigo sin entender por qué papá quiere casarme tan joven y menos entiendo por qué tú no has interferido en esto— Roxana suspiró, no le perdona que se quede con las manos cruzadas, pero no siempre se puede meter las manos, muchas veces hay que dejar que el curso de las cosas fluyan tal cual el destino las tiene planeadas.

—Es tu padre, cariño. Yo no puedo interponerme siempre, sabes que puedo quizás persuadirlo, pero eso no significa que siempre lo haré— Penny dejó caer los hombros y miró a la mujer que peina su cabello a través del espejo.

—Todo es muy injusto... solo tengo 19 años... yo debería de preocuparme por pasar matemáticas avanzadas y no por presentar a un novio que no es mi novio en una cena tan importante como la de hoy...— mordió la parte interna de su mejilla y soltó un profundo suspiro.

—Calma, todo saldrá bien cariño, eres fuerte y jamás te rindes ante las adversidades, tú puedes con esto y cundo sientas que no, solo toca tu collar y todo estará bien— Penny instintivamente tocó el collar y sintió paz.

—Saldré con las chicas y vendré antes de la cena, lo prometo— alzó la mano cuando notó la mirada de la mujer —quiero divertirme antes de que ocurra la desgracia, posiblemente esté castigada el resto de mi vida— la mujer le miró con curiosidad.

—¿No pretendes decirme de quién se trata?— el corazón de Penny se aceleró al pensar en el hombre que se llevó su pureza, en el hombre que la hace perder el control y el mismo que hace de su vida algo muy interesante.

Mi Posesivo ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora