Capítulo 12

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—De hecho, la señorita Koch me estaba preguntando si conocía a la profesora nueva— miró a Penny —y la pregunta a eso es, sí, sí conozco a la profesora nueva. Fui yo quien le dio el recorrido— Penny sintió muchísima rabia, pero no dijo nada, ¿Qué puede decir ella? —ahora señorita Koch, vaya al salón— sin decir nada decidió obedecer la orden de Ebrain, esa mujer realmente le desagrada.

—Por cierto, señorita Koch— Penny detuvo sus pasos y giró para mirar a la mujer —me he enterado de que usted estará en mi clase— con una sonrisa en sus labios disfrutó ver los ojos ya no tan inocentes de la joven —será para mí un placer darle sus clases de administración de empresas— Penny asintió.

—Me satisface finalmente tener una profesora de administración de empresas, espero su estadía aquí sea de su agrado.

—Por supuesto que lo será— se apresuró a responder —entre viejos conocidos y buena compañía— miró de reojo a Ebrain —por supuesto disfrutaré muchísimo de esto— Penny quiso llamarle zorra, pero sería mala idea por dos motivos, el primero: ella no es nada de Ebrain, y el segundo: el que debe preocuparla más, es su profesora y le puede ir mal.

Ebrain miró el dolor en los ojos de Penny y el mismo se sintió furioso, ¿Cómo se atreve a herirla así?

—Señorita Koch, vaya al salón— ordenó con más firmeza, eso le dolió más a Penélope quien sin mirarle se retiró —escúchame bien lo que te voy a decir, Rossy...— el bofetón le recordó que no debe llamarla más así.

—Vuelve a llamarme por ese maldito nombre y no podrás hablar nunca más— lo amenazó y parándose firme ante él lo miró a los ojos —ahora escúchame bien lo que te voy a decir yo a ti. Tienes la de perder y aunque trates de evitar todo lo que te espera no podrás, quizás puedas engañarte tú mismo de que no la amas y que la maldición es falsa, pero créeme, ambos sabemos que todo lo que la lastime a ella te lastimará a ti porque no solo es la persona destinada a ti, hacerla tuya llevó todo a otro nivel y desde ese punto no hay retorno, y como sé ya cuál es tu debilidad, no dudaré en darte donde más duele— ladeo su sonrisa y sus ojos verdes se tornaron más oscuros —los celos la matarán y esa desconfianza que ella tendrá en ti, acabará contigo. Te lo advertí una vez, a mí no se me lastima— dándole una mirada a los ojos justo como hizo la última vez que lo vio, se marchó dejando a Ebrain con el corazón en la garganta.

—Maldita gitana de mierda— gruñó Ebrain mirando como se aleja de él moviendo sus malditas caderas. Tras respirar profundamente y hacer una nota mental para hablar con Penny una vez termine la clase, entró al aula y como siempre todo lo puso tenso por el miedo que crea en sus alumnos.

Rosalba miró a su amiga al mirar la cara de mala leche con la que entró su profesor. Su amiga no habló desde que entró y dedujo que había sido por él, pero ahora que lo vio no sabe quién coño enfureció a quien.

—No, no quiero hablar y presta atención o nos van a echar— dijo Penny antes de que Rosa pudiese decir aunque sea una palabra.

—Vale... qué mala leche tía— negó arrugando la cara, se supone que el sexo lo debe poner todo mejor, pero al parecer a esos dos solo los puso más amargados de lo que ya son.

—Bien, jóvenes, abran el libro y vayan a la página 177— todos obedecieron a la orden.

—Fundamentos de Variable completa, ¡Cómo mola!— George lo miró —se supone que eso teníamos que darla más adelante— Ebrain asintió.

—Si algo tengo yo, es saber que tanto pueden dar mis estudiantes y seguir con el tema con el que estábamos es atrasarlos. Creo prudente que iniciemos algo más serios, ya lo he hablado con el principal, pero si algunos de ustedes no se siente capaz con esto, puedo seguir con el tema que deberían dar— todos se miraron y aunque algunos se sintieron acobardados nadie dijo nada, ¿Quién está loco para ir contra Ebrain Torres?

Mi Posesivo ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora