Mi Posesivo Profesor

Capítulo 32

La mañana para Penny está siendo tan normal y feliz como las anteriores. Cada día se enamora más de su sexy profesor y lo domina mucho mejor.

Su nana ha estado muy extraña, casi no está en casa y cada día está más preocupada. Quizás sea porque sabe que le oculta algo, pero no puede contarle nada, no desea involucrarla en las cosas que le están pasando por Karla.

Al parecer la bruja se ha quedado quieta lo que es alarmante, en cambio Alex parece aparecer en cada lado que ella esté. Incluso la ha visto con Ebrain varias veces y parece no molestarle su relación. Algunas veces quiere creer en esas disculpas que él le pidió, pero Ebrain no la deja estar y siempre la hace dudar.

—Buenos días— saludó al entrar al comedor —papi, nana— besó a ambos —¿Cómo amanecieron hoy?— Williams quien estaba discutiendo con Roxana, relajó el gesto al mirar a su hija.

—Todo bien cariño, pero al parecer alguien deshizo el periódico de hoy porque no se fijó— miró con reproche a la mujer mayor frente a él. Penny tomó una manzana y le pegó un mordisco mientras los mira por turno.

—¿No puedo equivocarme? No te vas a morir si no lees el periódico hoy— Williams resopló frustrado.

—Tengo una junta, pensaba leerlo mientras desayunaba. ¿Tan raro es ese deseo?— Roxana se encogió de hombros haciendo reír a Penny. Cuando esos dos discuten dan mucha gracia.

—Tranquilo papá, que no lo lees un día no te matará. Ya podrás leerlo mañana, no creo que te pierdas de nada nuevo— Williams suspiró y calló, cuando ellas dos se unen es mejor callar.

—Buenos días, señorita— Sammy colocó el desayuno de Penny en la mesa —provecho— le sonrió.

—Muchas gracias, Sammy— la aludida hizo una pequeña reverencia y salió del comedor —papá, hoy tengo pensado salir con las chicas. Se unirán la señorita Jadebeth y Hannah, espero no tengas problema con eso— Williams miró a su hijo con ojos entre cerrados.

—¿La novia de Berrycloth no está embarazada?— Penny río.

—Sí, sí lo está, papá, pero eso no le impide a ella salir con nosotras— Williams asintió, ahora entiende por qué su colega siempre se anda quejando de su novia y su falta de seguir órdenes —nana, te noto muy calla, ¿Qué sucede?— Roxana salió de sus pensamientos, no ha podido dar con esa maldita bruja y no puede preguntarle a Penny o a Ebrain, eso puede ser peligroso.

—Nada, es solo que tu padre me ha puesto de malas— Williams se ahogó al tragar.

—¿Yo? ¿Cómo que yo? No he hecho nada— Roxana se levantó y lo miró con altanería.

—Lo has hecho todo, ogro— Penny no pudo soportar la risa ni cuando su padre la miró con advertencia. A su nana le gusta verlo rabiar.

—Vale, ya no me río más— intentó ponerse seria cuando Roxana salió del comedor —oye papá, ¿Puedo hacerte una pregunta?— Williams asintió —¿Cundo te vas a conseguir una novia? Tienes sesenta y cinco años, deberías volverte a casar— Williams miró perplejo a su hijo, Penny no lo vio, está centrada en su ensalada de frutas.

—No entiendo para qué quieres tú que yo me case— Penny lo miró esta vez.

—¿Cómo que no lo entiendes? Desde mamá no te has vuelto a enamorar y estoy segura de que ella no querría eso. Solo has tenido amigas y eso es todo— suspiró —me gustaría verte feliz, es todo— Williams miró su taza de café, su hija siempre lo ha animado, pero él ya no quiere a otra mujer, ya su corazón ha tenido al amor de su vida y es feliz con eso.

—Mejor dime tú cuál es la fecha de la boda— eso a Penny la descolocó. Había olvidado totalmente eso —te vi muy feliz con Alex y ahora es como si se hubieran dejado— la miró con seriedad —¿Acaso se han separado y no me lo has dicho? Recuerda que ya todos los medios saben de su relación y eso sería un escándalo— Penny se aclaró la garganta, quiso decirle la verdad a su padre, pero eso significaría que investigará todo sobre ese supuesto novio que le ha estado presentando desde hace meses y nunca lo ha hecho.