Capítulo 14

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Ha sido la semana más larga tanto para Ebrain como para Penny. Ella se niega a escucharlo, se niega a caer nuevamente en sus mentiras y él no sabe cómo llegar a ella para explicarle. Es su profesor y por ende debe saber cómo hacer las cosas para no levantar sospecha y ella no se lo deja fácil.

Penélope si bien está dolida porque él le falló, se ha refugiado en Alex, aquel chico problemático la hace reír y hace que ella olvide a Ebrain momentáneamente.

Karla por supuesto disfruta ver sufrir a Ebrain, para ella no hay nada más gratificante que verlo tan frustrado por no poder defenderse. Desde luego aquella maldición que hizo ha sido la mejor, él no solo sufrirá cuando vea perder todo lo que creó con el amor de su vida, sino que estará sufriendo todo el tiempo.

—¿Saldrás con Alexandre hoy?— Williams miró a su hija jugar con la comida, sabe que ella ha estado viendo a Alex toda la semana, pero no la nota emocionada por eso —hija, no estoy enojado, sé perfectamente que no tienes novio y eso solo me lo has dicho para ganar tiempo— Penny suspiró profundamente, ya de nada vale asegurar que tiene un novio, el contrato está en blanco y la única persona que lo aceptó resultó ser un mentiroso.

—Sí, Alex me invitó a salir, así que iré— respondió sin emoción. Todo para ella es difícil, ver el coqueteo de su profesora hacia Ebrain, ver cómo él la mira y como ambos notablemente ocultan un pasado que él le negó una vez.

—¿Y por qué no te veo emocionada?— Penny frunció el cejo una vez miró a su padre. No dejará ver lo bien que se la pasa con Alex.

—Porque no estoy enamorada papá, porque no estoy feliz por saber que en menos de un año tú me obligarás a casarme, no estoy emocionada porque aunque me lleve bien con Alex jamás lo voy a amar— se levantó de la mesa una vez apartó el plato —pasa buen día, papá. Nana, cuídate— tras darle un beso en la mejilla salió del comedor.

—No sé lo que estás pensando— Williams miró a Roxana —pero desde luego vas a perder a tu hija si sigues por ese camino— el hombre bajó la mirada ante la mujer.

—Yo solo quiero que ella esté bien, sabes perfectamente que no tenemos más familia que a ti. El día que yo falte quiero estar tranquilo porque estará en buenas manos y tendrá a un hombre que pueda darle la vida que yo le he dado— Roxana suspiró y lo miró con cariño.

—Quizás ella esté con un hombre que no le dé todo lo que se merece, pero ese mismo hombre puede ser el único que la haga feliz. No puedes escoger por ella, no puedes decidir por ella, déjala crecer, déjala crear su propio camino— Williams como siempre que no tenía argumento ante lo que ella dice, se levantó de su puesto y tras darle un beso en la cabeza a la mujer suspiró.

—No volveré a casa, si Penélope tarda mucho, envía a uno de los seguridad por ella— Roxana asintió y lo miró salir del comedor, negó al recordar que esos dos son tal para cual.

Penny salió del estacionamiento lentamente y de la misma manera condujo, no tiene prisas de llegar, ella simplemente no está de ánimos para ver a Ebrain y tener que huir de él y su furia.

Ebrain por otro lado se miró al espejo, dispuesto a hablar con esa chiquilla que extraña como un loco, se decidió a tomarla a la fuerza si es necesario. Ella debe perdonarlo, debe olvidar que le falló y debe ser de él nuevamente.

Las cosas con Karla son cada vez más difíciles, ella se ha propuesto a conquistarlo y es algo que no tolera. ¿Cómo puede ser tan descarada para algo así? ¿Por qué enamorarlo cuando ya encontró al amor de su vida? ¿Para qué conquistarlo si no le hará caso? Esas preguntas realmente no tienen respuestas, es algo absurdo lo que Karla quiere hacer.

Una vez estuvo listo salió del departamento y con ello del edificio, lo único que lo mantiene en pie es saber que hoy verá a Penny en su clase y esta vez no la dejará ir tan fácilmente.

Mi Posesivo ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora