Capítulo 42

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Las compras fueron divertidas a pesar de que a Rosalba no se le bajó el malhumor que tiene. Las chicas la comprendieron y la mimaron para que se relajara, al parecer a la final Rosalba se relajó y finalmente acompañó a sus amigas en sus locuras y en las risotadas.

—Estoy muerta, no sé cómo pueden hacer esto— Isidora se sentó y jadeo al sentir el alivio en sus pies —yo lo hago porque Will quiere que lo haga— miró a Penny y sonrió —no estoy acostumbrada a esto— las chicas la miraron con cariño.

—Tranquila, nosotras no somos como las típicas riquillas, nosotras venimos aquí solo para caminar y pasar el rato, no a hacer compras compulsivas— Nicol asintió a lo que dijo Penny.

—Hoy hemos demorado más de la cuenta por las cosas que mi tía envió a comprar— Isidora mordió sus labios.

—Esas cosas son de locos, ¿Tu padre no se enoja por esa fiesta?— Nicol carcajeó junto a sus amigas.

—Ellos se fueran muy temprano a celebrar la despedida de papá. Obviamente Jade no se quedaría de brazos cruzados, o bueno, mi tía no lo permitiría jamás— Rosalba sacó un vibrador de la bolsa.

—De grande quiero ser como tu tía, esa mujer es de admirar— Penny rodó los ojos.

—No dudo que lo seas, estás igual de loca que ella— Rosalba sonrió.

—Buenas tardes, ¿Qué desean pedir?— la voz del camarero interrumpió la conversación.

—Yo quiero un Capuchino, por favor— Isidora fue la primera en pedir, las chicas hicieron lo mismo y todas miraron al muchacho alejarse —¿Dónde me han dicho que es la fiesta?— Rosalba negó.

—Nadie sabe, Hannah es quien nos llevará. El punto de encuentro será en la cafetería de siempre a las diecinueve horas— Nicol miró su reloj.

—Marcan las quince horas, después de aquí podemos pasar al salón— suspiró con cansancio —así por lo menos podremos tener el cabello un poco arreglado— Penny miró a Nicol y se burló de ella.

—No seas ingenua, Jadebeth y Angy pueden tener ocho meses de embarazo, pero el desmadre será igual de intenso. No entiendo cómo tiene tanta energía para ir a fiestas y salir de noche.

—La verdad desearía saberlo— Isidora tomó su taza de café —yo apenas tengo un mes y muero de cansancio— todas las chicas la miraron asombradas, Isidora dándose cuenta de lo que ha dicho, las miró y se puso completamente roja —oh por Dios... Penny... yo te lo diría en la cena que tenemos el fin de semana...— Penny se levantó de su puesto y con gesto serio miró a Isidora.

—¡Me darás un hermanito!— chilló descolocándolas a todas —¡Seré hermana!— inició a aplaudir y rápidamente la abrazó con tanta emoción que Nicol tuvo que tirar de ella para que dejara a la pobre mujer respirar.

—Vaya, creí que te habías molestado— Isidora la miró felizmente —tenía tanto miedo de decírtelo.

—Ustedes sí que no están perdiendo el tiempo— como siempre Rosalba fue la imprudente —ustedes no corren, ustedes vuelan— carcajeó de lo más divertida provocando un sonrojo en Isidora.

—Pues así mejor— Penny volvió a su puesto —tengo la familia que siempre deseé, tengo a una madrastra que me quiere y es buena igual que yo, ama a papá y lo hace completamente feliz... además hoy me he enterado de que mi abuela ha estado todo el tiempo a mi lado— Nicol y Rosalba quedaron serias por la confusión.

—¿De qué hablas?— Nicol miró a su amiga sin parpadear.

—Mi nana resultó ser la madre de mi padre y es mi abuelita... oh chicas... su historia es tan triste que me hizo llorar.

Mi Posesivo ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora