Capítulo 28 Hermanos II Hermano menor

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—Lan Zhan, ¿cortaste las zanahorias? —preguntó alegremente XiChen.

En la barra de la cocina a tan solo unos centímetros a su costado Lan WangJi cortaba la última tira de una zanahoria.

—Mn. —Afirmó también con un asentimiento.

—Buen niño —dijo XiChen y palmeó con suavidad la cabeza de Lan WangJi—. Ahora corta estas también, por favor. —Agregó y después de dar unos cuantos enjuagues más a las demás verduras se las pasó en un recipiente.

Lan WangJi sostuvo el recipiente con firmeza, XiChen pensó que tal vez este WangJi sería reacio a hacer tales labores por venir de una familia acaudalada; sin embargo, notó la total disposición de Lan WangJi por ayudarlo e incluso podía sentir un atisbo de felicidad en él. Y sus sentidos de hermano mayor afloraron y volvió a dar palmaditas a la cabeza de Lan WangJi e incluso le revolvió un poco el pelo mientras sonreía por este hermanito. Algo que no se atrevía a decir. Un rato después las orejas de Lan WangJi comenzaron a enrojecer.

La pequeña Kari se había sentado a los pies de estos dos y mientras XiChen acariciaba la cabeza de Lan WangJi ella agitaba la colita contenta, ella jadeaba y ladeaba su cabecita mientras los observaba desde su posición y los delicados listones azules se agitaban con gracia.

Y así, unidos a este complemento, Lan WangJi quien sujetaba el recipiente lleno de verduras parecía sonrojarse por XiChen que sonreía como un niño feliz mientras jugaba con el pelo de este. Con la luz solar atravesando la ventana los colores tenues del día los pintaban en un color pastel exquisito, como dos enamorados...

—Quiero borrar esto de mi mente... —dijo Wei WuXian al ver esta escena, él y Jiang Cheng ya estaban de vuelta y Wei WuXian se adelantó solo para poder estar al lado de Lan WangJi antes y nada más abrir la puerta de la cocina se encontró con esto. Así que arrugó las cejas con estupor—. ¿Por qué mi Lan Zhan y tu XiChen parecen una pareja tan armoniosa?

Jiang Cheng en cambio no sabía como reaccionar, solo había una profunda oscuridad en su mirada. En el otro mundo eran hermanos; entonces era natural que se vieran bien juntos ¿no? ¡¿no?! ¡¿por qué se ven tan bien?! Jiang Cheng intentó encontrar la respuesta a muchas ecuaciones y cálculos geométricos en su mente revuelta.

—Debe ser fanservice, fanservice, estoy seguro —Wei WuXian entró en negación.

—¡No sé que mierda sea eso pero ve y agarra a tu esposo! —Exclamó Jiang Cheng después de rendirse con los cálculos.

Tres papitas fritas después...

Tac, tac, tac, los cortes en la tabla de picar se hicieron más lentos y pesados.

—Pásame la sal. —Jiang Cheng ordenó sin sentimiento alguno.

Tac, tac... entonces el pesado cortar se detuvo y Lan WangJi le lanzó a Jiang Cheng un pedazo del tallo de lechuga que cortaba. Jiang Cheng reaccionó de inmediato y antes de que este le golpeara en la cara lo sujetó en el aire, y una vena saltó de enojo en su sien.

—No es lo que piensas —dijo Lan WangJi volviendo a picar sus verduras.

—Yo no pensé en nada... creo —respondió Jiang Cheng mientras alcanzaba la sal por sí mismo y volvía a revolver la olla.

Ambos estaban uno al lado del otro pero ninguno se dignó a enfrentarse cara a cara.

—Tú no piensas —dijo fríamente Lan WangJi.

—¡¡¿Ja?!!! ¡¿Qué acabas de decir?! —Jiang Cheng estaba lanzando fuego.

—Fui yo el que recogió a XiChen el otro día.

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