capítulo 1 Remembranza

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«Jiang Cheng recuerda todo..., en su anterior vida nunca se dio cuenta de que la sonrisa de esta persona era la más brillante del mundo»

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En un extraño lugar, apartado del mundo que conocí alguna vez, este lugar es el más pacífico que he visto, no hay batallas ni guerras, ni peleas por el poder; sin embargo, en algún lugar de mi mente aun pienso que es un desperdicio no poder utilizar de nuevo la cultivación, todo lo que una vez aprendí, todo ello no significa nada ahora.

Alguna vez pensé en alcanzar la cima mientras siguiese cultivando el poder de «ese» núcleo dorado, que podría velar por la seguridad de todo lo que era importante en mi vida, Jin Ling siempre tendría a alguien que lo apoyaría incondicionalmente, me convertiría en un líder que el mundo no olvidaría, alguien capaz de pies a cabeza; pero quién diría que al llegar a un punto llamado vejez todo realmente terminaría, vejez ¿en verdad tenía que haber llegado?, el final era inevitable y no fue tan pesado como creí, era un pequeño destello al final de un túnel, tan frágil y efímero, es la vida tan fugaz como un suspiro en primavera.

Cerré los ojos.

La muerte es lo único seguro en los augurios del futuro.

Pero ese que creí que era el final solo fue el inicio. Hermanos tallados de diferentes padres, este destino compartido lo he obtenido de ese núcleo.

Había entrado al gran rio amarillo, mi alma había pasado por todos los juzgados y una vez más el mundo le esperaba.

Había nacido como un bebé tierno, sin idea alguna de que este era un mundo nuevo, sin tener idea de nada, los pensamientos nebulosos tampoco se hacían presentes aún, y hasta los cinco años viví inconsciente de todo lo que había pasado antes de esta vida. Los recuerdos de una existencia pasada hubieran permanecido enterrados, mas no fue ese mi caso.

El destino parece juguetear conmigo cada que puede.

Un día tuve un sueño profundo, uno del cual pensé que no despertaría, y como si fuese una pesadilla todo arremetió contra mi cabeza... todo lo que perdí. Padres, hermanos. Cada recuerdo era como mil cuchillos perforando mi alma, dispuestos a no dejarme ni siquiera los huesos intactos, cuando desperté de nuevo y miré mi cuerpo fue como ver a un ser extraño.
¡Podía recordar ambas vidas!
Algo andaba mal, mi cabeza girando como una ruleta no encontraba un punto de apoyo, e inmediatamente me levanté desesperado. Mi rostro lleno de lágrimas y mis pasos cortos no me permitían correr bien. Tropezando con cosas inexistentes, mis pies se enredaban en confusión.

Lo desesperado de mi mente, la confusión total, quería ver los rostros de esta familia y como si mi vida estuviera colgada al borde de un abismo decidí correr, correr a esas habitaciones, el lugar donde estaba era una gran casa de dos pisos con una veranda, entre mis recuerdos mezclados por un momento casi perdí de vista el camino, las imagenes de dos vidas se entrelazaban superponiendose una sobre otra, así, al final del pasillo del lado derecho de mi puerta estaba la primera puerta que quería abrir, entre tambaleos mi mente divagaba.

«—¿Son ellos?»

Las palabras colgadas y de frente, tan sigiloso, un paso a la vez, con cuidado, la puerta hizo un leve chirrido mientras la empujaba lentamente para ver a las personas detrás de esta muralla.

«—...Mamá... Papá...»

Podía sostener mi corazón en una sola mano... y no sería pesado ni doloroso. Ahí estaban, juntos, como un sueño del que no quisiese despertar. Me acerqué lentamente junto a la cama. Levantando una mano la acerqué a sus rostros...

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