𝙆𝙊𝙄 𝙉𝙊 𝙔𝙊𝙆𝘼𝙉 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉

𝟰𝟱

— De verdad se quedarán callados —Cuestionó SunMi cruzándose de brazos mientras caminaba alrededor de la sala, esperando a que alguno de los tres hombres presentes dijera algo — Tienen 50, 24 y 20 años y actúan como unos niños, no lo puedo creer. — Se quejo ella bufando mientras los tres se miraban entre ellos.

— Dije que no hablaría con este señor —Dijo Minhyuk con una expresión neutra sin molestarse en ocultar su frialdad.

— Lamentablemente para ustedes, estoy yo, soy su mamá y no me importa que sean mayores de edad, me harán caso igual —Dijo ella sonriendo con algo de burla a pesar de que estaba molesta.

Soobin hizo una mueca mientras volteaba a ver a Minhyuk quien se encontraba junto a él y tenía sus codos sobre sus rodillas, este lo miro por unos segundos para luego volver a ver al adulto que los observaba en silencio, cuando se encontró con sus dos hijos observándolo, algo nervioso aclaro su garganta desvío su mirada.

— ¿Qué es lo que quiere después de tanto tiempo? —Cuestionó Minhyuk alzando una ceja mientras hacía un movimiento con su mentón hacia él, esperando a que le respondiera. — ¿Se acordó de nuestra existencia?

— Minhyuk —Advirtió su mamá frunciendo levemente sus labios.

— Es la verdad... —Se defendió él levantándose del sofá para darle la vuelta a este mientras colocaba sus manos sobre su cadera.

— Bueno yo... —Comenzó el adulto luego de mirar a su exesposa, quien asintió levemente animándolo a continuar. — Quería verlos, sé que no lo entenderán, pero los extrañaba... Sé que con lo que hice en el pasado se van a negar a qué me acerqué a ustedes, pero son mis hijos...

— Ahora sí somos sus hijos —Dijo Soobin soltando una risita nasal mientras lo miraba, el costado de su labio se levantó dejando ver una pequeña sonrisa socarrona. — Eso no le importo hace algunos años... no claro que no, se le olvidó que éramos sus hijos cada vez que se atrevió a golpear a uno de nosotros, cada vez que nos insultó...

— Lo sé y lo entiendo, sé que no es fácil tenerme aquí después de lo que hice, pero me he dado cuenta de que lo que hice no estuvo bien, fue horrible, niños son mis hijos... Pero entiéndame, estaba aterrado, jamás pensé que me tocaría vivir algo así...

— Mamá tampoco y mamá jamás nos faltó el respeto, nos apoyó desde el primer momento, jamás nos golpeó, ni siquiera hizo el intento —Reclamó el mayor dándose la vuelta hacia su progenitor quien abrió levemente sus ojos al ver el brillo en sus ojos debido a que estos comenzaban a cristalizarse... Ni siquiera me odio por haberlo golpeado ¿Sabe?

— Lo sé, no pido que te sientas culpable Minhyuk, hijo, lo hiciste por todo lo que yo les hice a ti y a tu hermano...

— Lo tenía merecido, después de casi haberme matado —Acotó Soobin alzando sus cejas por un segundo mientras mantenía su mirada sobre sus manos.

— Niños, su papá de verdad se dio cuenta de todo el daño que les hizo, podrían siquiera escucharlo por un momento —Pidió SunMi soltando un suspiro mientras miraba a sus hijos quienes la miraron con seriedad por unos segundos.

— Esto es difícil para mí, pero estoy comenzando a aceptarlo, a qué no puedo decidir sobre ustedes, podrían solo intentarlo, ver qué tienen novio... es nuevo, podrían solo intentarlo, como si fuera algún amigo, no les pido que me acepten de inmediato, sé que no es fácil, solo déjenme intentar acercarme a ustedes, déjenme conocer a su verdadero yo, no a los niños que deje de ver hace cinco años, por favor —Pidió Seongchul mientras dirigía su mirada desde el peligris hacia el azabache.

"— Tal vez se dio cuenta de todo el daño que te hizo..."

Soobin lo observó en silencio por unos segundos mientras las palabras de Yeonjun se aparecían en su cabeza, SunMi los observó expectante mientras se acercaba a sus hijos para poder tomar la mano del peligris mientras colocaba su otra mano sobre el hombro de su hijo menor.

— Tiene razón en algo, no es fácil —Aclaró Minhyuk negando levemente con un tono de voz distante.

— Si habla enserio... ¿No cree se dio cuenta demasiado tarde? —Cuestionó Soobin mientras desviaba su mirada hacia un costado.

— Es cierto, tarde demasiado, pero como dije, no es fácil para mí aún, estoy aceptando que cometí un error —Dijo Seongchul mientras hacía una mueca.

— Es que usted no tiene nada que aceptar... lo único que debería haber hecho era apoyarnos, darse cuenta de que lo único que queríamos era que nos entendiera —Reclamó Soobin alzando un poco su voz mientras se levantaba. — Si lo único que va a hacer será decir estupideces camufladas con broma, entonces es mejor que no le intente, yo no voy a aceptar eso, si quiere intentar algo con nosotros tiene que darse cuenta de que también están Kai Hyung y Yeonjun, nosotros no vamos a permitir que nos falte el respeto, menos estando con ellos, sufrí demasiado durante el lapso en el que me distancie de él, no voy a pasar de nuevo por eso debido a usted... no se lo perdonaría

— Yo tampoco —Acotó SunMi de inmediato. — Yeonjun y Kai son como dos hijos para mí, no permitiría que les faltara el respeto a ellos tampoco —Aclaró mientras miraba al hombre quien asintió levemente mientras desviaba su mirada.

Minhyuk observó a su mamá por unos segundos, sintiendo como está acariciaba su mano con suavidad mientras miraba a su ex esposo, nunca había entendido lo fuerte que había sido su mamá, tanto que a pesar de haber estado con él por 27 años, jamás se dejó dominar por él, siempre dejo en claro quién era y cuál era su lugar, no era un títere, era su esposa —En ese entonces— y este jamás se atrevió a hacerle o decirle algo grosero o ofensivo, pero se divorciaron de todos modos, a pesar de todo el amor que se tenían, ella no estaba dispuesta que sus hijos vivieran con un papá que no los respetaba.

Seongchul estaba dispuesto a hablar, pero fue interrumpido el sonido de un automóvil frenar y poco después por el fuerte golpeteo repentino en la puerta principal, unos rápidos pasos en las escaleras no tardaron en escucharse, los Choi se observaron entre ellos algo confundidos mientras que Kai y Yeonjun aparecían por el marco de la puerta con una expresión nerviosa, más de parte del rubio quien observaba fijamente al azabache, logrando hacerle entender lo que sucedía sin necesidad de decir alguna palabra.

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uhhh... se viene lo juerte