𝒯𝑒𝒹𝒹𝓎 𝒷𝑒𝒶𝓇 | 𝐊. 𝐓𝐇

Capítulo 22

  Recostada sobre la cama y completamente desnuda, Isabella se retorcía una y otra vez por las manos que recorrían su cuerpo, con su lengua jugando en uno de sus pezones. Sus piernas estaban entreabiertas dejando que el cuerpo del asiático se acomodara entre ellas.

—Tae...

  Éste levantó la mirada y se acercó a su rostro en cuanto ella se mordió el labio inferior. La besó, utilizando su lengua y enredándola con la de ella en un jugueteo lento y caliente. Las manos de la morocha fueron al final de su camisa, intentando subirla pero fallando en el intento. Taehyung se separó y bajó sus labios hasta el hueco de su cuello, estimulándola desde su lóbulo a medida que tomaba sus muñecas con una sola mano y las dejaba quietas sobre su estómago bajo.
  Luego de entretenerse con su cuello hizo un recorrido de besos desde su garganta hasta su ombligo, levantó la cabeza y cruzó miradas con ella. Sonrió en cuanto notó la ansiedad y lujuría en su mirada, por lo que sin perder tiempo se puso sus piernas sobre sus hombros y hundió el rostro entre éstas. Primero dio un beso sobre su sensible clítoris, luego pasó su lengua por encima del mismo y por último, cuando Isa empujó sus caderas contra él, fue que la saboreó, pasando su lengua por su vagina, escuchando los gemidos de la menor en toda la habitación.

—Mierda...

  El morocho sonrió complacido. Sacó su lengua y la penetró con ella hasta donde pudo, sintiendo sus dedos sobre su cabeza, resistiendo a la manía de querer tirar de su cabello. Su espalda se arqueaba cada vez que su lengua se hundía en ella y luego salía para jugar un par de segundos con su clítoris. Estuvo dos veces a punto de correrse si no fuera porque él se daba cuenta y entones se alejaba de su entrepierna, dando uno que otro beso en sus muslos internos para luego volver a su tarea de antes. Sujetaba con fuerza sus piernas cada vez que las cerraba alrededor de su cabeza, y si bien le encantaba dicho reflejo de su parte, prefería seguir sintiendo como se retorcía y levantaba sus caderas cada vez que estaba por venirse.

—Por favor.

  Negó con su cabeza mirando desde abajo y con esa caliente imagen de su pecho subiendo y bajando decidió alejarse por completo, tomando una bocanada de aire. Pasó su lengua por sus labios mojados y luego se acercó a los de ella, besándola para que también pudiera sentirse así misma. Una de sus manos rodeó su garganta y la alejó de él, pegándola contra el colchón mientras con la otra se bajaba el cierre del pantalón sin dejar de mirarla a los ojos.

—¿Lo quieres? —preguntó casi en susurro.

—Sí, por favor.

  Él soltó una carcajada volviendo a acercarse a ella, dando un apretón mas fuerte alrededor de su cuello.

—Estás desesperada por tenerme, nena —tomó su labio inferior entre sus dientes, haciéndolo sangrar por la fuerza que había utilizado. —. Y no sabes cuanto me pone eso.

  Era la primera vez que él estaba siendo así de rudo con ella, cosa que no le incomodaba ni le disgustaba en lo absoluto. Siempre creyó que tenía esa manía de masoquista, pero no lo podía confirmar hasta que lo viviera en carne propia, y ahora que lo hacía, solo podía afirmar sus dudas.

—Date la vuelta y levanta ese culo que tienes para mí.

  En cuanto soltó su cuello se levantó y siguió sus órdenes, dándose la vuelta, mirando sobre su hombro las acciones que Tae hacía a sus espaldas. Soltó un gemido en cuanto sus dedos se enredaron en su cabello, sujetándolo en un puño y tirando de él. Cuando su espalda chocó contra su pecho se percató que la camisa ya no lo estaba cubriendo.

—Te dije que quería solo tu culo arriba.

  Asintió con su cabeza y cuando le soltó el cabello cayó una vez más sobre el colchón, sintiendo su mano rodear su nuca y tirar de ella hacia abajo, dejando su trasero y feminidad completamente expuestas a él. Con su mano aún sujetando sobre su nuca y su rostro aplastado contra las mantas, esperó impaciente a que él entrara en ella, pero cuando notó que ese momento no se avecinaba, comenzó a mover su culo hacia atrás en busca de atención. En cuanto su palma de la mano chocó contra su glúteo no pudo evitar soltar un grito.