𝒯𝑒𝒹𝒹𝓎 𝒷𝑒𝒶𝓇 | 𝐊. 𝐓𝐇

Capítulo 26

MARATÓN 1/2

27 de Julio de 1823.

—¡Es una falta de respeto!

—¿Qué sería para usted la falta de respeto en esta situación, Conde de Zoux?

—¡Que este niño, de sangre Assuwa* y padres vasallos sea el que tome el poder de mi difunto hermano!

  Todos en la habitación observaron al menor de catorce años, quien mantenía sus pequeñas manos unidas detrás de su espalda, con su cabeza gacha y ojos hinchados de tanto llorar.

  Su padre había fallecido la noche anterior por la gripe que amenazaba a todo el pueblo. También había cobrado la vida de su hermano mayor unas semanas atrás, por lo cual, dicha convocatoria planeada por su tío era para dar sus quejas y disgustos de que un niño con sangre bastarda y ojos provenientes de Assuwa tomara un lugar con tanto poder.

—Conde de Zoux, temo decirle a usted que su difunto hermano presentía que esto sucedería, es por ello que nos dejó una carta para leer frente a todos los presentes. —comentó el Rey revelando el papel perfectamente doblado.

  Taehyung levantó su cabeza lentamente, con la vista borrosa por culpa de sus lágrimas. El suelo estaba manchado de éstas mismas y el pañuelo que le había obsequiado su padre minutos antes de fallecer ya estaba todo arrugado y mojado.

  Todos en el lugar guardaron silencio y observaron expectante al señor de avanzada edad.

—Hoy, veinticinco de Julio del año mil ochocientos veintitrés, escribo esta carta para dejar marcada la evidencia con mis propias palabras y mi propia mano.

<< —Dejo a mi hijo, Kim Taehyung, como mi heredero, dejando todo a su nombre. A partir del momento de mi lecho de muerte, el nombre que se le daba antes a Conde de Harps, pasa a tener el nombre verdadero de mi hijo adoptivo, así dándole fin a mi linaje para pasárselo al Conde Kim. >>

—¡No lo permito!, ¡Me niego a dejar que este bastardo tome tal poder, y aún peor, a su apellido!

  Taehyung presionó sus manos con fuerza, clavando sus uñas en la palma de sus manos y manchando de sangre el pañuelo de su padre.

—La carta la tengo yo Conde de Zoux, fue entregada a mí por el mismísimo Conde de Harps, su hermano, dos días antes de su muerte.

  El señor, quien tenía el rostro rojo de rabia miró a todos los presentes y luego al niño.

—Bastardo repugnante, le dije de todas las formas posibles en las que podía deshacerse de ti, pero aún así dejó que la perra de su esposa te rescatara de las calles —murmuró, acercándose con pasos de víbora a Taehyung. —. No eres más que una rata que le dio lástima. No te mereces tal puesto, asquerosidad.

—¡Suficiente!, ¡Doy por finalizada esta convocatoria! —gritó el señor. —. Que Dios lleve en su gloria al Conde de Harps y a su hijo mayor. ¡Ahora, que el pueblo se entere de su nuevo Conde!

  Su tío lo miró con abominación, pero lo único que pudo hacer Taehyung en ese momento fue sonreírle con egocentrismo. Se limpió las lágrimas y se dio media vuelta al mismo tiempo que los guardias abrían las grandes puertas de madera, dejando pasar los rayos del sol y a toda una muchedumbre que estaba de luto por las muertes a causa de la gripe.

  Haría que el pueblo gritara su nombre, porque ahora ya no era el hijo de sangre sucia, ahora era el Conde Kim, sus tierras a partir de ese momento, serían de su sangre.