—¿Entonces todo este tiempo que lo estuviste ocultando fue por nada?
—Prácticamente.
—¿Y qué pasa con Desgraciado? —Tamara volteó a verla.
—Se los conté la semana pasada, casi me sacan de casa pero dejaron que se quedara.
Aún faltaban cinco minutos para que el autobús de cada una llegara. Isa movió sus pies suspendidos en el aire mientras escuchaba a su mejor amiga parlotear sobre su amor prohibido de último año.
—Ella es linda, pero es hetero, carajo. ¿Por qué existe gente heterosexual?
—Perdóname por existir, amiga. —bromeó ella y Tamara rodó sus ojos.
—Nadie llega a ser cien por ciento hetero, menos los hombres.
—¿Cómo puedes estar segura de eso?
—No tengo pruebas pero tampoco dudas. —respondió Tamy, orgullosa de su pensamiento.
Isabella negó con su cabeza, volviendo la mirada a sus pies aún meciéndose de adelante hacia atrás. Miró la hora en su celular, el autobús no tardaría en llegar.
Quería llegar a su casa y ver a Taehyung, habían hablado poco de lo sucedido el día anterior con su madre. Incluso debería aprovechar el estar con su mejor amiga para preguntarle sobre su abuela. Tanto ella como Tae ansiaban por sus palabras, querían una respuesta.
Cuando estuvo a punto de abrir su boca y preguntarle, la mano fría y pálida de la pelirroja rodeó su brazo. Pero no fue un agarre de los que solía darle para llamar su atención, ese era uno de advertencia, casi desesperado. Con el ceño fruncido miró su amiga, pero cuando vio la expresión de horror en su rostro y sus ojos fijos al frente, temió por lo que se encontraría al mirar.
—Isa...
Su voz casi fue inaudible, y con el nudo en la garganta volteó la cabeza en dirección donde sus ojos azules estaban clavados. Un escalofrío le recorrió la columna vertebral como si unos dedos fríos pasaran por ella. Tragó saliva y observó a detalle la escena frente a ambas, donde la mujer del bosque seguía sosteniendo la gallina muerta entre sus dedos. Sus manos estaban empapadas de sangre al igual que su rostro, mostrando extraños símbolos alrededor de todo su cuerpo, escritos con la misma sangre del animal que colgaba del cuello. La sonrisa enfermiza en el rostro de ella le daba miedo, aún más porque era a Isa a la que miraba, como si Tamara no existiera.
—Cuanto tiempo sin verte, Ruby.
Su voz resonó en su cabeza, como aquella vez que la vio en la estación de servicio.
—No me llamo Ruby. —respondió ella en un intento de no balbucear.
—Tal vez aquí y ahora no, pero yo recuerdo a la perfección quién eres, Ruby.
—¿Y para ti quién soy?
La de cabello corto y labios rojizos sonrió aún más grande, demostrando sus dientes llenos de sangre, la cual pronto goteó por una de sus comisuras. Tamara apretó más su brazo.
—La chica cuya alma me pertenece.
Isabella volvió a tragar saliva, pero no se dejó vencer, por lo que levantó su mentón a lo alto.
—No le pertenezco a nadie, menos a una bruja como tú.
La mujer soltó una carcajada que le dio dolor de cabeza, y un paso que ella dio, Isa se hizo pequeña en su lugar.
—Lisa, recuerda mi nombre bonita —borró su sonrisa enfermiza de un momento a otro, cambiando su expresión a una donde sus ojos parecían casi salirse de sus cuencas. —, porque haré que te vayas a la tumba con él entre tus lindos labios.
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𝒯𝑒𝒹𝒹𝓎 𝒷𝑒𝒶𝓇 | 𝐊. 𝐓𝐇
FanfictionTodos crecemos con el mismo pensamientos que nos implantan de niños. "-𝐋𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐠𝐮𝐞𝐭𝐞𝐬 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐦𝐮𝐞𝐯𝐞𝐧, 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐯𝐢𝐝𝐚." Por supuesto, Isabella era consiente de ello, es por eso que el día de su decimoctavo cumpleaños de...