Capítulo 19

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—No.

—Por favor Mandy, necesito esto.

—¿Tú lo necesitas, o él?

  Isabella se le quedó mirando por unos segundos. La respuesta era fácil, que ella lo entendiera era lo difícil. Quería a Taehyung, y el hecho de saber que él nunca envejecería, al contrario de ella, le hacía sentir un pesar en el estómago. Pensar en un futuro con Taehyung que no era incierto estaba completamente mal, porque ni ella ni nadie sabía lo que ocurriría con ambos, siquiera si terminarían uno junto al otro, pero en esos momento, lo único que podía pensar era en salvar al asiático.

—Lo quiero.

—Aún si lo quieres no es tarea tuya solucionar un problema en el que él mismo se metió.

—Pero él no quiere.

  Mandy tomó un sorbo de su té y luego se relamió los labios, negando con su cabeza.

—Con más razón no debes hacerlo, Isa. Estás tratando prácticamente con un tema de Satanás. A simple vista veo que no es una bruja normal la que se trata, hasta siquiera podría ser una bruja, por todos los infiernos —respiró hondo. —. Isa, no puedo dejarte hacer esto tú sola, y más cuando ese chico no quiere hacer nada para solucionarlo. Es un problema de él, no tuyo.

  Lo sabía, carajo, lo sabía perfectamente, pero era una estúpida. Era estúpida por él.

  Taehyung le había dejado en claro que ya se había acostumbrado a su estilo de vida, acostumbrado a ver a sus seres queridos envejecer y morir mientras él seguía parado en el tiempo. No quería que pasara lo mismo con ella, no quería que la viera irse mientras él se quedaba.

—Ya de por sí estando con él es un peligro, mi niña. ¿Cómo estás segura de que está hechizado?. Este muchacho podría ser perfectamente un brujo, o mucho peor, un demonio que solo te está utilizando con el cuento del peluche.

—No, yo le creo, él no me mentiría.

  La anciana soltó un suspiro al mismo tiempo que desviaba la mirada de la adolescente. El hecho de estar tocando un tema tan profundo como ese con la mejor amiga de su nieta no le gustaba. Isabella era importante para ella, y haría lo que sea para ayudarla, pero que estuviera enamorada de algo que no conocía complicaba todo.

—Tráelo.

—¿Pero cómo?. No querrá venir.

—¿Y tus papás?

—Tampoco saben, ha estado escondido por mucho tiempo, incluso desde que yo soy una niña. Vino a mostrarse en su forma humana recién hace unas cuantas semanas.

—Isa, estás tratando con alguien que carga energía negativa, ¿Eres consiente de que no eres la única que puede salir perjudicada en eso?

  De pronto el corazón se le aceleró de solo pensar en que algo podría ocurrirle a sus padres. Si les sucedía algo a ellos no sabría qué hacer, literalmente no podría seguir viviendo sabiendo que sería por culpa suya.

—¿Cómo puedo traerlo? —preguntó rápidamente.

—Miéntele y dile que lo llevarás a conocer algo, no lo sé, pero tráelo cuanto antes.

—¿Y Tamara?

—Yo me encargaré de ella, no te preocupes por eso.

  La morocha asintió mordiendo su labio con fuerza. Sus uñas se estaban enterrando bruscamente contra el cuero del sofá, seguramente dejando marca o rompiéndolo apenas un poco.

  Sentía un cosquilleo en la nuca que trató pasar desapercibido, no quería asustar más a Mandy de lo que ya estaba. Admiraba su preocupación por ella, nunca la había visto de ese modo antes.

𝒯𝑒𝒹𝒹𝓎 𝒷𝑒𝒶𝓇  | 𝐊. 𝐓𝐇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora