𝒯𝑒𝒹𝒹𝓎 𝒷𝑒𝒶𝓇 | 𝐊. 𝐓𝐇

FINAL

ADVERTENCIA:
《 Este capítulo contiene descripciones gráficas que pueden ser sensibles para ciertas personas. Se recomienda leer con precaución. 》

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  El líquido se escurría por su rostro, clavando sus uñas en su propia piel de porcelana mientras gritos de dolor desgarraban su garganta. Isabella pudo apreciar como Taehyung se removía a su costado, pero casi no le prestó atención. El humo que comenzaba a brotar de la piel de la bruja logró atraparla más, alejándose unos pasos cuando ésta se arrancó su propia piel.

—¡Voy a matarte!

  Sus manos estaban ensangrentadas y en sus largas uñas rojas se podía apreciar pedazos de su piel arrancada.
  Cuando Isabella volvió a levantar la mirada sintió congelarse ante la imagen frente a ella. Sus cuencas estaban ensangrentadas debido a los tajos que se había provocado ella misma, pero en ellas no había más que eso, sangre. Sus ojos habían sido destruidos por completo, el ácido del líquido había acabado por completo con ellos, dejándola ciega.

—¡Puedo sentirte! —volvió a gritar Lisa, moviendo su cabeza de un lado a otro.

  La morocha dio un paso atrás, dando una pequeña bocanada de aire y haciendo lo posible para no pisar ninguna rama. El aire no le llegó a los pulmones cuando la vio voltearse bruscamente hacia ella. La sonrisa cínica que se le formó en el rostro fue la peor visión que pudo haber tenido, antes de pegar un grito en cuanto la vio correr hasta ella.

  Sus brazos estaban alzados en su dirección, parecía casi desesperada al mismo tiempo en que Isabella se quedaba paralizada del susto, viendo aquella mujer sin ojos y rostro demacrado correr hacia ella. Otro grito escapó de su boca cuando un tronco se estampó contra la bruja, tirándola a unos metros de distancia.

—¡Isabella no te quedes parada! —gritó Taehyung desesperado, con dos botellas de vidrio en las manos.

  Con una última mirada a la pelinegra se acercó corriendo al asiático, quien al instante le señaló con la cabeza la cuerda que yacía en el suelo, la misma que se suponía mantendría inmóvil a la bruja. Volteó su cuerpo con la mirada clavada en el suelo donde había visto a Lisa, pero frunció su ceño al no verla en dicho lugar. Cuando sus ojos se elevaron hasta donde se encontraban mirando los de Taehyung, su boca se abrió unos centímetros.
  Las cosas se ponían más difíciles estando ella en el aire y ellos en el suelo, a partir de ese momento, debían seguir sus propios instintos, y suplicar con que ninguno les fallara en contra.

—Te lo dije una vez Taehyung, eres tan débil. —murmuró Lisa.

  Una de sus manos se levantó lentamente, y con un simple movimiento de dedos, el castaño se elevó en el aire al igual que ella, y en menos de un segundo había salido disparado entre las ramas del bosque. Isabella volvió a gritar cuando lo vio desaparecer entre los troncos, pero al instante volvió a observarla.

—Que asco dan los hombres. ¿No es así, Isa?

—Cierra el hocico, perra.

  Tomó con más fuerza la cuerda, sintiendo un olor extraño proveniente de ésta misma que la hizo marear un poco. Se preparó mentalmente para su próximo ataque, caminando con lentitud a otra zona sin que Lisa se percatara de su presencia.

—Ay querida, tan pequeña y ya tan maleducada —soltó una risa. —. No te preocupes, yo te ayudo a tener modales.

  Cuando volteó a verla en el lugar que estaba parada volvió a asustarse, pero fue más rápida que ella cuando notó el movimiento de su mano, haciendo volar el mismo tronco con la que la había golpeado Taehyung, en su dirección. Lo esquivó, casi rozando su cabeza cuando se agachó lo suficiente, quedando cerca de sus pies.
  Sin querer pensarlo dos veces se aferró a su pie izquierdo y pasó con rapidez la cuerda entre ellos, plan que no duró demasiado antes de también comenzar levitar en el aire. La cuerda se le escapó de las manos y quedó de cabeza justo frente a su rostro.