—Oh nada, era yo hablando con... con el gato. —respondió Isa aún sujetando a TaeTae entre brazos.
—Juro que escuché una voz gruesa.
—Qué te digo, tengo mis dotes para cambiar de voz.
Tamara la observó un tanto rara mientras se colocaba una remera de su mejor amiga, quedando por fin cubierta. Se quitó la toalla que envolvía su cabello de forma perezosa y se lo peinó con facilidad.
—No sabía que conservabas ese peluche. —dijo luego de dejar a TaeTae sobre el escritorio una vez más.
Isa le dio una última mirada y alzándose de hombros contestó;
—Cosas que pasan.
La verdad era que ella sí se iba a deshacer de él, pero como nunca estuvo enterada de que aquel peluche en realidad era un joven que había sido embrujado, nunca se le hubiese pasado por la cabeza. Su meta era dejar su infancia en el pasado.
—¿Te quedarás a comer? —preguntó Isa luego de un rato.
—Creo que no, mi abuela dijo que me quería en casa antes de que comience a anochecer.
Tamara le sonrió de lado para luego tirarse de espaldas a lo que restaba de colchón, quedando su cabeza hundida en la almohada.
—Ha estado un poco rara estos días.
—¿Por qué lo dices? —se acercó a ella, quedando sentada del otro lado del colchón.
—Dice que siente una energía pesada cuando sale de casa —murmuró, con su mirada pegada al techo. —. Tiene miedo de que me pase algo si vuelvo muy tarde a casa.
—Bueno, quizás tenga razón, me sorprendería que alguien como tu abuela mintiera respecto a un tema como ese.
—Sí, pero bueno, cambiando de tema, ¿Nunca más viste a Erick?
La pregunta le hizo poner los pelos de punta, inconscientemente miró sobre su hombro al peluche, sabiendo a la perfección que Tae conocía de pies a cabeza a Erick, literalmente.
—Yo... lo vi hace una semana.
—¿Qué?, ¿Y no me dijiste, zorra?
—Es que en realidad solo nos cruzamos en el pasillo.
—¿Sigue siendo tu amigo?
La morocha asintió con su cabeza en el intento de acabar con ese tema en especial para iniciar otro.
—Que mal que ya no hablen con frecuencia, recuerdo que dijiste que la pasaste muy bien con él.
—Tamara yo no...
—¿Cuántas veces estuvieron juntos?, ¿Dos?, ¿Tres?. Dijiste que era muy bueno.
—Sí...
—Te tengo envidia, es muy lindo —soltó y volvió a mirar a su amiga. —¿La tiene grande?
—No te voy a responder eso.
—Yo sé que quieres decírmelo, quítate ese peso de encima.
—No es un peso grande de todas maneras.
—Entonces la tiene chiquita.
—¿Qué?. Nunca dije eso.
—Entonces la tiene grande.
Isabella soltó un sonoro suspiro tapándose el rostro con ambas manos, éste completamente rojo de la vergüenza. Con la risa de la pelirroja de fondo, Isa le dio la espalda a TaeTae, sin tener los ovarios de verlo nuevamente a los ojos luego de lo ocurrido.
ESTÁS LEYENDO
𝒯𝑒𝒹𝒹𝓎 𝒷𝑒𝒶𝓇 | 𝐊. 𝐓𝐇
FanfictionTodos crecemos con el mismo pensamientos que nos implantan de niños. "-𝐋𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐠𝐮𝐞𝐭𝐞𝐬 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐦𝐮𝐞𝐯𝐞𝐧, 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐯𝐢𝐝𝐚." Por supuesto, Isabella era consiente de ello, es por eso que el día de su decimoctavo cumpleaños de...