Se dice que la obsesión aleja a las personas que amamos. Cuando te entregas al diablo, puede ser que, así como él te ame, también se obsesione contigo. ¿Aceptarías todo eso por amor? ¿O simplemente no lo aceptarías? Nayeli Cruz
Isabella Collins
Decir que no he pensado en Alek es mentira, porque he pensado en él desde que lo volví a ver en el café. Él es uno de esos hombres inalcanzables que parecen estar reservados solo para las modelos guapas. Si Lucy pudiera leer mentes, seguramente me diría que no tengo suficiente autoestima y que me menosprecio pensando que no soy bonita. Aunque ella insiste en que soy toda una diosa, a veces dudo si lo dice en serio o solo bromea, nunca se sabe con ella. Quizás solo intenta levantarme el ánimo.
Mientras tanto, Lucy parece una verdadera diosa del Olimpo. Su cabello, su piel morena y su cuerpo la convierten en una creación divina. Cualquiera que las vea confirmaría esto. Su figura posee una genética privilegiada, al igual que su madre. Podría decirse que es una copia joven de su madre.
Nos encontramos en la casa de Lucy, en su habitación. Tiene el equipo de sonido encendido y le encanta la música latina, como buena latina que es. Aunque tenemos gustos musicales diferentes, disfruto viendo cómo baila y canta sus canciones favoritas.
—"MALA, TÚ ERES MALA, ASÍ ME GUSTAS"—, exclama mientras sostiene un cepillo de peinar como si fuera un micrófono y baila, señalándome—."ASÍ ME ENCANTAS, MALVADA, PERO ESTÁS BUENA. NO ME IMPORTA QUE SEAS UNA CANALLA".
—Sí, Lucy, sé que te encanta esta canción, pero no grites demasiado, pareces un loro desafinado —le digo mientras ella me mira y ambas nos reímos. Sin embargo, eso no la detiene y sigue cantando.
—TÚ ME ENCIENDES Y ME APAGAS —continúa cantando, mientras yo me divierto con las expresiones faciales que hace— ME SUBES A LA CIMA Y ME LANZAS, ESA VAINA, ME ACORRALA, UNA PSICOLOGÍA QUE ME ATRAPAAAAAAAAAAAA.
Me acerco a su teléfono y le pauso la música, pero ella todavía no deja de reírse.
—Ay, mi madre, ¿por qué paras mi música? Me quitas la inspiración —exclama, entre risas.
—Lucy, tenemos que terminar la tarea. Cuando la terminemos, puedes continuar con tu concierto.
No puedo evitar sonreír mientras pienso en lo divertida y extrovertida que es Lucy. Su espontaneidad siempre añade alegría a los momentos.
—Ahhh, odio las tareas y odio mi vida. ¿Y si mejor me cuentas de qué platicaron ayer tú y Alek? —me pregunta con una sonrisa que conozco muy bien.
—Lucía Vargas, de eso quería hablar contigo. ¿Por qué me dejaste ayer sola con Alek? Eso de que tu madre te necesitaba era una mentira, ¿o me equivoco?
—Bueno, fue una pequeña mentirita. Te conozco muy bien y solo quería dejarlos solos para que pudieran platicar los dos.
Lucy se ríe y me da un golpe suave en el brazo.
—Sabes que lo hice por tu bien, Isabella. Además, sé que te gustaría tener un momento a solas con él.
—Bueno, no te sirvió de mucho, ya que me puse demasiado nerviosa y estuve poco tiempo con él en el café. Solo intercambiamos números —le digo un poco sonrojada porque en la noche me escribió y mañana me recogerá para ir a cenar. No sé qué demonios pensé cuando le dije que podía el miércoles —me tapo la cara con las manos—. Pero hay algo que no te he contado, la verdad.
Lucy me mira con curiosidad y una sonrisa pícara en su rostro.
—¿Algo que no me has contado? ¿A qué te refieres, Isa?
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Lazos Ilegales (+18) #1 (Nueva Edición)
Romance"No todos los mafiosos son viejos, feos y gordos. En este caso, Alek es el pecado andante. ¿Caerá Isabella en dicho infierno y se quemará en las llamas, o en todo caso, ellos crearán su propio infierno? Alek, líder de la mafia negra, es frío, sádico...