Capítulo 22📖

83.2K 4.3K 859
                                    

Tan solo quería ser feliz y entregarte todo lo bueno que había en mí. Creo que eso no fue suficiente y los finales felices en verdad no existen.

Isabella Collins

La lengua de Chester me está lamiendo la cara, somnolienta me levanto restregándome los ojos, mi bola de pelos está en la cama, mordiendo una almohada.

—¿Cómo está mi hermosa bolita de pelos? —le hago mimos, me duele porque Chester es de los dos y yo no quiero ver a Alek por el momento.

—Oh, ya te despertaste —me dice Lucy cuando me ve—el desayuno está listo, alístate, hay que ir a traer a Tita a la clínica.

—Es cierto, mi abuela tenía que ir a traerla ayer —se me olvidó que tenía que ir por ella.

—Tranquila, Alek está con ella, me acaba de avisar, báñate y alístate para que nos vayamos.

—Salgo en veinte minutos —le digo mientras me dirijo al baño. Cepillo mis dientes, me baño, y en menos de veinte minutos estoy lista. Agarro mi bolso con mis cosas y busco a Chester, que está en la cama comiéndose el pijama.

—Perrito malo, no me comas el pijama —lo agarro y le acaricio el pelaje—. Vamos a traer a la abuela, por fin la conocerás.

Salgo de la habitación, pero no encuentro a Lucy por ningún lado. Entonces, me dirijo a la cocina y la encuentro comiendo.

—No te quedes ahí parada, mujer. Ven, come algo antes de irnos —no tengo muchas ganas de comer, pero como un poco porque sé que Lucy no me dejará ir hasta que lo haga. Cuando le digo que ya, ella me mira no muy convencida pero acepta irnos. No quiero toparme con Alek. Sé que él está pagando todo por mi abuela, pero me duele verlo. Me duele imaginarlo haciendo todo eso. Lo que más me duele es ese "te amo" que me dijo. Me lo dijo en el momento menos indicado, porque desde que lo dijo, no dejo de pensar en él. No sé si podré aguantar estar sin Alek.

—Isa, llamando a tierra, ¿estás ahí? —me pregunta Lucy.

—Ah, sí. Dime, ¿qué pasó?

—Ay, peque, me duele verte así de apagada. No puedo verte así de mal —me dice y me abraza, haciendo que las lágrimas salgan de mis ojos de repente—. No llores, cariño. Tita te verá mal y podría ponerse mal también —me seca las lágrimas e intento sonreír, pero no puedo.

—Lu, me duele, ¿sabes? Porque nunca creí que Alek sería capaz de eso, pero lo que más me duele es que aun así lo amo, pero me mintió y ocultó algo muy grande, y no duele lo que hace, sino que me mintiera. Y dudo que deje de hacerlo. Sabes, nunca me había sentido así con alguien como me siento con Alek.

—Mira, Isa, sé que todo esto es un cambio fuerte y lo de Alek también. Pero sabes que cuentas conmigo para todo. Si deseas olvidarlo y seguir adelante, yo te apoyo. Pero si quieres tomarte un tiempo y pensar en si seguir con él, también te apoyo en eso.

<<Querida, me gusta la segunda opción, ¿y si lo pensamos bien...?>>

Conciencia si no me dirás algo productivo cállate, que ahorita no estoy para esto.

<<Pues cállame tu, soy tu conciencia hablo porque tú quieres>>

—Gracias, Lucy. Solo necesito tiempo para pensar las cosas. No quiero hablar de eso ahora, ¿vale? —le digo.

—Vale, pues vamos que tita nos espera —le respondo a Lucy.

Subimos al Uber que nos espera y en media hora estamos frente a la clínica. En la entrada, veo una camioneta negra que creo que es de Alek. Vienen a mi mente los recuerdos que he tenido con él, sacudo la cabeza para intentar concentrarme y tomo la mano de Lucy para poder avanzar.

Lazos Ilegales (+18) #1 (Nueva Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora