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Kim Yohan.

El desayuno con mi familia no salió tan mal después de todo. Annalise se logró acoplar muy bien con las preguntas y mi abuela no me obligó a nada. Mi abuelo, en cambio, me dio tres bastonazos en la espalda por mi impulsiva decisión.

—¿Acaso ella tiene edad para casarse? Tiene 19 años, Kim Yohan... Y tú, exactamente tú no eres alguien que es capaz de asumir responsabilidades maduramente.

—Abuelo... Ya está hecho.

—No te diría nada si yo supiera que tienes buenas intenciones.

—No tengo malas intenciones.

—Desde el momento que no le dijiste a nadie de ese matrimonio hasta no estar casado fueron malas intenciones. ¿Qué quieres de ella?

—Solo ella y yo sabemos nuestra...

—Dime tres cosas que te gusten de ella y te dejo en paz.

—Sus ojos, su mirada y que no dice más de tres palabras si no se lo pido. ¿Acaso no sería un matrimonio feliz con solo eso?

—22 años y me avergüenzo de mi primer nieto varón y el futuro sucesor de Kim's corporations.

—Cuando sea necesario, te haré sentir orgulloso, abuelo. Por los momentos soy joven y quiero vivir a mi manera. No quiero terminar de amargado como tú —otro bastonazo terminó en mi brazo.

—Fui muy feliz en mi vida. ¡ME CASÉ CON AMOR! Y fui muy feliz con una mujer que lo dio todo por mí. Me dio dos hijos maravillosos, y de paso crió otro hijo que no era de ella y por amor a mí se hizo cargo de él. Te pareces tanto a tu padre cuando era joven pero eres tres veces peor de lo que fue él.

—Y también terminó siendo feliz con la mujer que ama.

—¿Acaso tú en algún momento piensas enamorarte de esa muchachita?

—¿Quién sabe? Es mi peor es nada y ella ya me aceptó.

—De verdad que tú... —presionó su entrecejo, ya se estaba cansando de mí. Miró hacía la ventana del restaurante, así que volteé a ver.

Era Annalise corriendo debajo del chorro de las regaderas junto con mis primos y hermanos.

—Ella no es alguien para ti.

—Ya sé que no viene de buena famil...

—Tú vienes de buena familia y te estás convirtiendo en un asco de persona. No juzgues a alguien por eso.

—Eso dolió —siseé.

—Ella es mucho para ti. Nadie mojaría un vestido de diseñador como el que ella trae puesto solo para divertirse con unos niños.

—Ella ni siquiera sabe que el vestido es de diseñador.

—Por lo mismo —me dejó plasmado viendo el show que se tenían mis primos con Annalise, y cuando menos me di cuenta, mi abuelo ya no estaba a mi lado.

♣️♦️♠️♥️

Llevé a Annalise contra su voluntad a traer su maleta de ropa. La despedida se había alargado con mis tíos; una, porque ellos no la querían dejar ir y estaban buscando mil pretextos para que no terminará cruzando la puerta; dos, porque Taeyang se puso a llorar y ella era demasiado blanda con ese niño; y tres, mi tío Jungkook, luego de haberme dado la amenazada de mi vida por el golpe que había conseguido Annalise la noche anterior, estaba esperando para que yo me retractara.

Me lo advirtió, ni siquiera sé cómo se contuvo para no romperme la cara como tanto quería.

Llegamos a la casa, no había portón de seguridad, era un porche abierto adornado con un jardín algo descuidado. También estaba el garaje, que a diferencia, sí tenía portón de seguridad eléctrico.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora