♣️ 069 ♣️

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Kim Sohye

Estaba recostada en mi cama, mirando mi anillo de compromiso, sabiéndolo que esa decisión me estaba abrumando. No entendía lo que me pasaba. Amaba a Hyunjin, con toda mi alma... Pero no podía dejar de pensar en Kyungsoo. No podía dejar de lado lo que me hizo sentir en dos años, no podía solo olvidar lo que hicimos y las mil emociones que me hizo sentir.

Kyungsoo me enseñó que no era perfecta. Que estaba bien equivocarme. Que no estaba obligada a pensar como mi familia siempre lo hizo. Mis abuelas fueron felices siguiendo ese camino. Mi madre fue feliz de igual forma. Pensé que a lo mejor mi generación no iba a correr con la misma suerte.

Mi cuñada la estaba pasando mal. Chae Yeon no estaba abierta a la posibilidad de que le rompieran el corazón. Y yo... ¿Qué culpa tenía yo?

El único error que cometí fue confiar ciegamente y acostumbrarme a una persona y depender emocionalmente de cualquier situación que se me presentara en el transcurso, olvidando por completo de dónde vengo.

—Tenemos que hablar, Kyungsoo —luego de escapar de la premiación y tener sexo desenfrenado en su apartamento, sabía que tenía que tomar una decisión. Había cosas que quería en mi vida, por un momento pensé que Kyungsoo sería mi nuevo camino. Pero cada quien tenía escrito su destino.

—Ya sé qué me dirás. Y lo mismo te digo yo a ti. Esto llega hasta aquí. Que esto nunca debió ser. Que no estoy a la altura de tu prestigiosa familia. Porque eso es lo que piensan todos. Tu hermano, tu perfecto novio, tu padre... Tú.

—Lo siento, no es...

—No necesito explicaciones, Sohye. Yo sabía que esto iba a pasar en cualquier momento.

—Solo necesito saber si me perdonas.

—No sirve de nada si al final... —me miró a los ojos, se veía abatido. Como si se estuviera debatiendo entre algo— al final nunca fuiste mía. Te tuve cerca, pero tan lejos a la vez. Mi mente se confundió por un momento, pero todo seguirá como antes.

—¿Como antes?

—Nuestros caminos son distintos, Sohye. Acéptalo.

—No puedes entrar a la vida de alguien, hacerla vivir un mundo en el que se quiere quedar y luego dejarla como si nada.

—¡Y no es lo que tú también piensas hacer! ¿O qué? ¿Te toca el orgullo que sea yo quien te está dejando cuando lo ibas a hacer tarde o temprano? O mejor aún, lo hiciste desde el momento que aceptaste este maldito anillo —me tomó la mano con fuerza y la colocó frente a mí. Mis lágrimas ya habían salido a brote.

—Podemos escaparnos. Puedo... Puedo dejarlo —sabía que estaba mal, pero estaba tan enamorada del mundo que me dibujó, que no estaba tan entusiasmada de volver a fingir ser perfecta.

—Sohye, esto no es el cuento de hadas que te han hecho creer. No es como la dama y el vagabundo y felices por siempre. Esta es la vida real. Vístete, toma tus cosas y hasta luego. Esto es lo que nos toca. Tú allá y yo del otro lado.

—Pero ... —se colocó un boxer a la carrera y salió sin mediar palabra de su habitación dejándome confundida y la vez sintiéndome usada.

Se veía determinado en su decisión, pero sus ojos me decían otra cosa. Sin embargo, no podía hacer nada. Él era de un mundo diferente al mío. En realidad, nunca íbamos a poder llegar a algo en concreto.



♣️♦️♠️♥️



Me regresé en taxi a mi apartamento. Tenía la cabeza hecha un lío de pensamientos, los más locos que pude haber pensado alguna vez. Escaparme, jugar a la princesa del castillo y buscar mi "felices para siempre" que en realidad no existía. Podía asegurar que fue un capricho insano... Podría asegurarlo... Pero no debí haber hecho las cosas mal nunca y ese era mi castigo. Un gran castigo que iba más allá de un capricho de mi parte.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora