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Kim So-Hye

En un mundo abierto a explorar de todo, yo estaba ubicada exactamente en el único lugar donde no podía ser parte de ese mundo abierto. ¿Por qué? Porque tenía al padre y hermano más sobre protector del mundo.

Todos me conocen, no hay persona que no me conozca y no me ame por mi simpatía hacia las personas y mis habilidades sociales desarrolladas, pero era una persona común y corriente con ganas de vivir.

Hola, mi nombre es Kim So-Hye.

Una niña que nació un 18 de mayo en Miami, Estados Unidos. Que nació sin un padre al lado, pero que vivió sus primeros años con la madre más amorosa de todas. Tenía un hermano mellizo, uno que era lo contrario a mí, pero no había persona con la que sintiera más conexión que con él.

No tenía muchos recuerdos de mi niñez, pero sí tenía el recuerdo en mi cabeza de la primera vez que vi a mi padre, o de la primera vez que estuve sola con él y me sentí en el lugar correcto.

Amé a mi padre a primera vista, de eso no tenía duda alguna.

Tuve la mejor infancia de todas. Fui muy feliz y querida.

Mi abuelo fue el que más me consintió y me enseñó a vivir como hoy en día lo hacía.

Pero las personas que más se arraigan a tu corazón, son las que más duelen perder.

Murió mi abuela cuando tenía 14 años, lloré mucho en mi habitación. Tenía dos hermanos menores a los que les tenía que enseñar que debíamos ser fuertes, y Yohan pensó igual. Pero luego... Murió mi abuelo a mis 18, y fue un golpe aún más fuerte.

Creí que no tenía preferencia con mis cuatro abuelos, pero su muerte me había dolido siete veces más que la de mi abuela Hansoo.

Desde antes de su muerte sabía quién iba a ser el sucesor, él me lo pidió personalmente, pero no estaba preparada.

Vi cómo mis padres pasaron ocupados dejando poco a poco de lado a mis hermanos menores. Ellos no tuvieron la misma suerte de compartir mucho tiempo con mis padres. Ellos eran consentidos, pero no por amor, si no por culpa.

Amaba a mis padres, lo hacía, pero no podía tapar el sol con un dedo y decir que fueron los mejores padres del mundo porque, para mí lo eran, pero en las cabezas de mis hermanos era otra historia, lo sabía por la forma en la que Eun-woo se sumergía en libros, o en la que Min-gyu buscaba problemas cada día.

Pero eso no podía ser mi problema, ¿o sí?

—¿En qué tanto piensas?

—Que navidad se acerca y debo ir a visitar a mi familia.

—Ellos te extrañan mucho. Con Yohan todos los días vamos a jugar tenis, y a veces se frustra porque ya no hay quien le espante a las chicas.

—Y ustedes enojados —ironicé.

—Sabes que te amo.

—Yo también. Pronto cumpliremos nuestro aniversario de 4 años juntos, ¿vendrás?

—Vengo cada mes, no faltaría por nada.

Hyunjin era mi novio. Empezamos a salir un mes después de cumplir 15 años. Papá casi se vuelve loco, y mamá lo aceptó con alegría porque ella ya sabía que nuestra amistad estaba revuelta con varios sentimientos.

Cuando decidí irme a Nueva Zelanda, él y yo quedamos en un trato de relación abierta, y él la estaba cumpliendo demasiado bien. En cambio yo, tenía serios problemas para sentir cosas por alguien. Además,  la arraigada idea anticuada que mi familia me había fomentado sobre la virginidad hasta el matrimonio la tenía bien cumplida. Él no porque junto con Yohan eran unos perros mujeriegos.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora