♦️ 059 ♦️

147 25 112
                                    

Nota: Las quiero, pero deben perscinarse y amar al prógimo.

____________________________________

Kim Yohan

La vi bajar con el vestido que Chae Yeon le había enviado, y no me sorprendían los alcances de mi prima. Ella siempre había sido libertina y su comodidad era primero que la de los demás, y Annalise estaba aprendiendo demasiado rápido a ello.

El vestido era rojo, y ese no era el problema. El problema eran las dos grandes aberturas que tenía a los costados de sus curvilíneas caderas. Lo único que impedía que se le viera demás eran dos estrechos tirantes, y aparte de eso, la parte superior era escotada de los hombros y espalda más no del pecho, aún así, ella no colocó nada por debajo y sus pechos se marcaban. No paraba de verla, me tenía más embobado que cabreado.

—No me mires así, Chae Yeon me envió instrucciones de cómo se usaba.

—Nunca me meto con la vestimenta. Por mí puedes andar desnuda en la calle, al final el que te come soy yo.

—Imbécil —la tomé de la cintura antes de que bajara el último escalón. Le mordí levemente el hombro y como pudo, se zafó de mi agarre.

Los últimos dos días por más que quise ser indiferente por el tremendo plantón que me dio en mi cumpleaños, no pude lograr mucho. El cambio de vestimenta abrupto me provocaba demasiado, y por más que lo quise disimular, no pude. Ya era hermosa, a su estilo, pero hermosa, y cada día ella lo sabía más, y me alegraba. El problema era que no solo la veía yo, y ella ya no solo me miraba a mí.

Llegamos a la mansión Jung. Annalise pocas veces había ido, muy pocas veces, así que no paraba de reparar el lugar y decir que le gustaba más la mansión de los Kim.

—¡Yohan! —Nayoon se lanzó a mis brazos, aún cuando era un año mayor que yo, no podía dejar de verla como una niña pequeña.

Una niña pequeña que por borracho me la llevé a la cama unas cuantas veces sin importarme un carajo su relación y mi amistad con Brandy.

—Hola, Annalise.

—Hola —Annalise le pasó de lado dejándome con Nayoon. Me gustaba verla celosa, y me las debía por dejarme plantado por estar con el idiota de Joon Young.

—No le caigo bien, ¿cierto?

—Si te tiras a mis brazos cada vez que me ves, ¿cómo quieres caerle bien?

—Se acostumbrara.

«Lo dudo»

Annalise se sentó a un lado de mí en la mesa, y Nayoon se sentó al otro. Al principio ella estuvo callada, pero después, su cambio repentino me dejó tranquilo y a la vez intranquilo.

—Annalise, ¿irás a la feria cultural en Ulsan de Julio?

—Son los planes. Borys quiere que me introduzca un poco en las artes tradicionales. Aún no sé, tengo mucho que hacer y serían tres semanas fuera...

—¿Tres semanas? —pregunté interrumpiendo.

—Ni te quejes, Yohan. Tenemos viajes para los próximos meses. Acostúmbrense —sancionó Jin.

—Ni que se llevaran tan bien —murmuró uno de mis hermanos. El más inteligente; Mingyu.

—¡Ay, al menos tendremos tiempo de recuperar el tiempo perdido, Yoyo! Casi cuatro años sin vernos. Annalise se va de viaje, e incluso podría ir a vivir a su casa para...

—En mi casa no entra nadie sin mi autorización —espetó Annalise, callando a todo mundo—. No me caes bien, Nayoon, y no estás siendo nada respetuosa. Yohan está casado, respeta eso —nadie dijo nada por varios minutos, hasta que mi abuela llegó a acompañarnos en la cena que ya habíamos empezado.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora