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Kim Sohye


Bajo del helicóptero en la azotea del hospital. Mis guardaespaldas me esperan y me ayudan a salir del helipuerto. Tuve una mañana ocupada, la resaca que obtuve del cumpleaños de Annalise me ha estado matando, sin embargo, tengo que dar la cara en muchos eventos. Mi nombre se está limpiando con el tiempo, pero tengo que hacer muchas más cosas para que olviden lo sucedido hace años.

—El joven Hyunjin ha llegado.

—¿Está con ella? —le cuestiono a mi guardia principal.

—No. La está esperando afuera de la sala —seguimos caminando y entrando a ascensores hasta llegar a la sala prenatal. Hyunjin está atendiendo una llamada que inmediatamente termina al verme. Se acerca, pero ni él ni yo nos decimos nada y solo entramos a la habitación de hospital.

Tenemos semanas en lo mismo. Anoche qué volví a casa él me recibió, y aunque cuidó mi borrachera, no se ha atrevido a hablarme del tema que nos tiene distanciados. Me da miedo perderlo, pero tengo otras prioridades en este momento que fácilmente desplazan mis ganas de arreglar la cosas.

—Buen día, señor y señora Hwang —el obstetra está esperando cerca de varios monitores medianos. En la camilla ya está Byulji con el vientre mediano destapado hasta el pecho. Mi corazón se comprime al igual que mi garganta. Mi sueño está plasmado en frente a mí y se lo estoy regalando a otra persona.

Suspiro profundo sentándome al lado de la mujer. Le sonrío y ella me regresa la sonrisa. Luego saluda a Hyunjin y este responde con amargura borrando su sonrisa.

—¿Has estado bien?

—Este en definitiva será mi último embarazo. Esta criatura es muy revoltosa. Las náuseas no se me han quitado y mira manos y pies se inflaman cuando intento hacer algo.

—Lo siento por eso. Viene en los genes ser revoltoso —ambas reímos. Necesito creerme esto. Necesito ver las eco grafías o algo. No me estoy sintiendo familiarizada con esto, para nada. Es mío, es lo que me vengo repitiendo, es lo que los médicos me aseguran, pero no está saliendo de mí. La duda sigue aquí. Hyunjin puede tener la seguridad, ¿pero cómo hago yo para terminar de hacerlo?

—Aquí está —nos informa el doctor señalando algo en los monitores—. La altura uterina está perfecta, el peso, tamaño y posición también. No se ven malformaciones de ningún tipo.

La figura casi perfecta de bebé ya se puede visualizar mejor que las ecografías de los otros meses. Los latidos fuertes me aceleran el corazón y no de forma bonita. Me estoy sintiendo muy mal aquí. Justamente por estas cosas no había venido a las citas con ella presente.

Byulji jadea con sorpresa y dolor llamando mi atención.

—Se está moviendo —el obstetra muestra los movimientos del bebé con el ecógrafo—. Es un niño grande y se está desarrollando en tiempo y forma.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora