♦️ 055 ♦️

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Kim Sohye



—Te veo pálida, hija.

—Me he desvelado.

—¿Te has alimentado bien? No me hagas dudar de ti y obligarte a volver a casa.

Había dormido muy bien los últimos días, las 9 horas seguidas, no entendía mi palidez y la falta de ganas de hacer mis cosas. No quería nada, me sentía desconcentrada, no captaba las cosas rápido.

—Tu cumpleaños y el de tu hermano es en 14 días. Por suerte se arregló el escándalo gracias a tu cuñada, por un momento pensé que lo echaría todo a la borda por lo idiota que es tu hermano.

—Que no vuelvan a dormir aquí, los gemidos en su habitación no me dejaron dormir —alegó Eunwoo dejando anonadados a mis padres.

—¿Seguro que fue con Annalise y no con la chica, que por cierto, me cayó mal?

—No tenemos que hablar de la vida privada de Yohan y Annalise.

—Jin, agradece no haberme sido infiel aparte de ya sabemos quienes porque en serio, yo jamás hubiera aguantado tanto.

—¿Tú nunca fuiste infiel, mamá? —la pregunta me descolocó. A las mujeres nos discriminaban si éramos infieles, y yo prácticamente lo estaba siendo. No quería creer que era la primera infiel en mi familia.

—No realmente. Solo me besé con un italiano bien buenote cuando estaba en proceso de divorcio con tu padre. Y por cierto, tu padre hizo lo posible para llevarme a una habitación de hotel esa vez.

—Solo te hice una pregunta, mamá —las preguntas de Mingyu  siempre eran para molestar.

—¿Y cómo les ha ido estos días en el colegio ahora que volvieron a ir?

—Nada interesante —musitó Eunwoo.

—Llegó una chica nueva a la clase, es becada. Nunca habíamos tenido a una becada en clases, con Eunwoo se llevan mal porque es más inteligente que él y siempre le roba la palabra cuando el maestro pregunta cosas. Hubieran visto el día de debate sobre el veganismo y las comidas con carne animal. Es muy bonita, y me gusta.

—Tienes 16, Mingyu, sabes que no puedes hacerte de novia hasta que...

—En poco cumplo 17, aparte no les haré caso. Me gusta y punto. No me casaré mañana como lo hizo Yohan, aparte de que no le caigo tan bien por ser hermano del cerebrito ardido del salón y el infiel en tendencia.

—No hables así de tus hermanos.

—Te enojas porque hablo mal de tu bebé.

—No empiecen.

—¿Cómo vas con tus clases de alemán?

—Bien. Es más divertido que historia. Ya conseguí que despidieran a la de inglés, así que también me va mejor en esa clase.

—¿Y tus entrenamientos?

—El mejor, como siempre.

—¿Y tú, Eun?

—Haga lo que haga siempre seré un cien.

—Debí darles algo de humildad.

—Hye, ¿Segura estás bien?

—Te juro, papá, que sí. Me hice los estudios y todo va bien. Seguro estoy cansada.

—Papá, ¿puedo ir a una fiesta el viernes?

—¿Y yo estoy pintada? —reclamó mamá. Por más que ella intentara arreglar su falta de tiempo hacía ellos, mis hermanos ya no la tomaban en cuenta. Eunwoo era de pocas palabras y más acciones, siempre hablaba con papá, era con el que más comunicación tenía. Y Mingyu era más solitario, pero se dirigía con más confianza a papá. Nunca me sentí desplazada por mis hermanos, mi padre siempre me dio favoritismo, pero a mis hermanos no les quitó su atención exagerada.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora