♣️House♥️Of♦️Cards♠️ : Your Eyes Tell. 3* Temporada.
Jung Nara y Kim Seok Jin, una pareja que tuvo altibajos a lo largo de su vida. Una historia que quiso ser borrada por una supuesta protección que al final fue una bomba para los corazones de la pa...
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Kim Aidan
Doy las pinceladas de un solo color sobre todo el caballete. Veo a mis compañeros pintar en varios colores e imágenes realistas que sacan del salón. En cambio yo, solo hago rayas que es lo único que sale de mi mano.
—A perfect technique, Kim Aidan —adula mi maestra provocando que todos me volteen a ver—. Where did you learn it?
—My mother is an artist.
—She was... —murmuran por ahí ganándose mi mirada.
Mi ciclo escolar no es el mejor que tengo. Prefiero estar solo en mi casa o con mi padre en su oficina, o por mucho, haciendo deportes en alguna clase de inscripción gratis que me encuentre en el parque.
Mi guardaespaldas no es alguien que me detenga de hacer cualquier cosa que quiera. En realidad es como si no existiera.
Soy una persona muy solitaria qué se relaciona con las personas muy bien pero no le gusta estar rodeado mucho tiempo de ellas.
—Vas a reprobar química si te vas ahora —me advierte mi padre.
—Tengo el acumulativo necesario y saqué todos los puntos en mis pruebas. Pasaré con la nota mínima. Un examen no arruinará mi futuro. Ya me quiero ir a visitar a mis abuelos. Me quieren ver y yo no quiero que me llamen tres veces al día.
—Tienes hasta dentro de dos semanas para volver. Tu pasaporte y tu permiso de salida —me entrega la documentación adecuada para salir hacía Corea. Tenía tanto tiempo de no ir.
—Gracias, te amo, papá —Lo abrazo con fuerza esperando que esté aquí cuando regrese. No me gusta estar alejado mucho tiempo de él. Recién voy a cumplir trece años, lo necesito más que nada.
Solo lo he tenido a él los últimos años. No estoy preparado para estar solo una vez más. Él siempre está detrás de mí, aunque no lo vea, yo lo siento. Los siento a ambos.
—Bienvenido a casa, joven Kim. Sus abuelos están en el jardín de juegos juntos con los demás.
El olor a casa en Corea me enamora. La familiaridad que extraño me trae tantos recuerdos bonitos y la forma en la que me ven todos al llegar al jardín me enamora más.
—Mi niño, pero mira qué grande estás. Ya solo te faltan un par de centímetros para pasarme.
—Dejé de comerme todas las verduras en el plato y me hicieron crecer más. Eres una mentirosa, las verduras no hacen crecer. Hola, señor Jin.
—Hola, muchacho. Tenías tiempo de no venir por aquí.
—¿Me extrañaste?
—Creo que sí. Escuchar a tu abuela llorar porque no venías a visitarla me hizo extrañarte también.
