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Kim Yohan

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Kim Yohan

—¡Uno, dos, tres, ahí voy! —siento el peso sobre mí. Una y otra vez, pero estoy demasiado cansado como para prestar atención o reprenderlo. Que haga lo que quiera.

—Amor, lo despertarás —la risa femenina y esa voz alegre me hicieron levantarme de un solo llevándome de encuentro a Aidan y tirándolo al otro lado de la cama.

«¿Qué hace ella aquí, recostada en mi cama y con el cabello medio desarreglado?»

—¡Despertaste! —Aidan vuelve a lanzarse intentado hacer una voltereta que termina en un torpe movimiento cayendo entre Annalise y yo.

No puedo dejar de verla. Creo que estoy soñando.

—¡Papá! —«No, parece que no»— Mamá nos hará el desayuno. Hay que levantarnos temprano porque el lunes voy a mi primer día de escuela y ya no nos podemos quedar despiertos viendo películas —desvío mi mirada hacia él porque se supone que su madre no debe de saber nada de esto.

—Cero películas tan de noche y cero comida chatarra también —avisa Annalise acariciando el cabello del lorito.

—¿Mami, te puedo ayudar con la comida? Quiero huevitos.

—Prefiero que te vayas a asear y vestir.

—Anoche me bañé. No quiero volver a hacerlo.

—Lávate el rostro, los dientes y te vistes —le ordeno para que me deje solo con su madre. Él nos mira antes de obedecer y llevarse a su perro con él.

—Llegué a la medianoche —se excusa ella levantándose de la cama.

» Quería verlo. Lo extrañaba y…

—No te estoy pidiendo explicaciones —su rostro y todo su cuerpo se relaja al instante—. Sé que no es normal para ti meterte en la cama de tu ex esposo y amanecer con ropa, pero prometo compensarlo un día que Aidan no…

—Yohan, no empieces.

—Solo prepara algo de comer. Iré a bañarme y sé que no entrarás conmigo, así que…

—Ya entré en tu cama, no opines por mí —sonríe con añagaza. Me está jodiendo porque cree que soy igual de ingenua que ella.

—Yo solo me meto con mujeres solteras —su sonrisa se borró y la mía incrementó—. Quiero mis huevos revueltos o golpeando tu pelvis. Ahí me avisas lo que decides.

Pasamos una de las mejores navidades que he tenido. Incluso, creo que no recuerdo cuál fue la última navidad buena que tuve antes de la que pasó. Mi última navidad con ella fue horrible porque me enteré de algo que hubiera preferido no enterarme nunca. Y así como esa navidad, esta también terminó con algo inoportuno. Estábamos yendo bien si ese imbécil no hubiera llegado.

Salgo de mi habitación luego de arreglarme para estar en casa y el olor a comida me lleva como bobo hasta la cocina, donde Aidan está cortando de forma horrible la fruta y Annalise está sacando los últimos pancakes de la estufa. Me siento en la barra desayunadora y ella coloca un plato con huevos revueltos, jamón ahumado y pancakes con frutas.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora