¿Qué acababan de hacer? Camila no lo sabía con exactitud. Parecía una locura. No, definitivamente era una locura. No tenía idea de si debían culpar al alcohol, la impulsividad o al inexplicable amor que sentían la una por la otra. Se habían casado. En aquella pequeña capilla, una de las tantas en Vegas. Con la fama y el reconocimiento de Lauren, les había tomado menos de media hora conseguir la licencia matrimonial y luego de eso se detuvieron en la primera capilla que encontraron. Camila vestía un ajustado y corto vestido blanco, el único que encontró entre su equipaje, tacones a juego y un velo de novia prendido a su cabello desde una tiara de plástico, cortesía de la capilla. Además, traía un perdedor que decía 'Viva Las Vegas' que consiguieron en la tienda de regalos del hotel enganchado a su vestido como algo azul, unos aretes de Normani como algo prestado y el collar con el anillo que tenía desde que había nacido como algo viejo. Muy tradicional si se lo preguntaban, pero Lauren dejó en claro que, si iban a hacer aquello, lo harían de la mejor forma posible dadas las circunstancias.
Pensó en Normani, Bruno y lo molestos que ambos estarían al enterarse de que había decidió casarse de un momento a otro sin ellos presentes. Dios, ya podía imaginarse el dramatismo que su mejor amigo le daría al asunto. No pudo evitar reír frente al pensamiento.
Estaban en un vuelo de regreso a Los Ángeles. Lauren se había dormido apenas pusieron un pie en el avión sosteniendo su mano. Camila observó el anillo que vestía su dedo anular izquierdo, el mismo que había llevado prendido al cuello desde que tenía uso de razón. Era solo algo provisorio, pues con el apuro y ajetreo de la noche anterior no tuvieron tiempo de conseguir alianzas así que Lauren le prometió que se encargaría de ello en cuanto regresasen a California. Sus recorrieron la serena expresión en el rostro de la artista quien continuaba dormida. Le fue imposible no sonreír darse cuenta de que estaba viendo a quien ahora era su esposa y nadie en aquel avión tenía la más mínima sospecha. Aunque ambas sabían que era cuestión de tiempo para que alguna de las personas extrañas que habían formado parte de la improvisada moda abriera su boca dejándole saber al resto del mundo que Lauren Jauregui y su novia Camila Cabello ahora estaban casadas.
-Directo a casa, amigo.- Lauren palmeó el hombro del conductor cuando ambas estuvieron dentro de una de los vehículos que los trasladarían desde el aeropuerto.
-Supongo que tendremos que resolver eso pronto.- Dijo Camila dejando caer su cabeza contra el hombro de la pelinegra.
-Puedes mudarte conmigo a la casa de playa o podemos buscar un lugar completamente nuevo que nos guste a ambas.
-Suena bien.- Murmuró la castaña ahogando un bostezo producto de la falta de sueño.
Su móvil comenzó a sonar y se apresuró a contestar la llamada.
-¿Si?
-¡¿Están casadas?! .- El grito de Bruno la obligó a tener que alejar el aparato de su oreja.
-Ya lo saben.- Susurró para Lauren cubriendo el parlante del teléfono.
La artista buscó su propio móvil para revisar lo que seguramente ya circulaba por redes sociales respecto a su improvisada boda en Las Vegas. Camila volvió a prestar atención a la llamada en donde Bruno seguía como loco sin poder creerlo.
-¡No puedo creer que nos hayas hecho esto, Karla! .- Exclamó indignado.
-¿Puedes dejar de gritar para que yo pueda hablar? .- Preguntó rodando los ojos- Y no me llames Karla.- Añadió con cierto fastidio.
-Sabes muy bien que solo te llamo así cuando estoy molesto.- Le recordó el rubio- Bien, escucho tu explicación.
-Lauren me lo propuso luego del concierto. Fue espontáneo, completamente inesperado.- Aclaró- Pero se sintió cómo el momento perfecto así que solo lo hicimos y ya.- Se encogió de hombros a pesar de que su amigo no podía verla.